Último cartucho político con los delitos de tráfico
El Congreso decide mañana el grado de dureza de las penas
Todo rodaba sobre ruedas en la cruzada iniciada por víctimas de accidentes de tráficos para un cambio del Código Penal que endurezca el castigo a los infractores hasta que, la semana pasada, los que tienen el poder para acometer esa reforma (los políticos) cambiaron de rumbo. El enfado de esas víctimas, familiares que han perdido a sus seres queridos en el asfalto, fue mayúsculo al conocerse hace unos días que el consenso anunciado entre todos los grupos políticos con representación en el Congreso para aumentar la sanción a los causantes de muertes en carretera no era el esperado.
La presión de esas víctimas volcadas en campañas para conseguir más dureza en el Código Penal obligó a los representantes de la Comisión de Justicia del Congreso a posponer su decisión. Mañana, martes, esos políticos volverán a reunirse. Será el último cartucho que marcará el criterio que seguir en la reforma del Código Penal. Si esta vez hay consenso, terminará el trámite del Congreso y el asunto pasará al Senado.
El escollo que parece haber frenado un acuerdo que esas víctimas de accidentes de tráfico daban ya por hecho se refiere a los criterios que la nueva norma debe de establecer para que los jueces puedan condenar por homicidio imprudente y elevar la pena máxima de ahora, de cuatro años, hasta los nueve años de prisión. Las asociaciones y particulares promotores de esta campaña, difundida con el hastag #Porunaleyjusta, piden que se condene siempre a la máxima pena en las imprudencias graves con resultado de muerte cuando se demuestre que el autor de ese accidente conducía bajo los efectos del alcohol, drogas o exceso de velocidad.
En el principio de acuerdo alcanzado en el Congreso hubo unanimidad en la propuesta de aumentar las penas de 4 a 9 años de cárcel en los casos más graves, pero disparidad de opiniones a la hora de fijar los criterios que justifiquen esa condena. Lo que más ha indignado a los impulsores de las campañas para esta reforma del Código Penal es que algunos partidos políticos pidan ahora que para condenar a nueve años de cárcel debe de haber más de un fallecido o un muerto y varios heridos muy graves, además de demostrarse que la imprudencia del conductor que ha causado ese daño es muy grave. Hasta mañana no se sabrá si ese criterio se mantiene o bastará un solo muerto para aplicar el máximo castigo.
Las víctimas exigen que un solo muerto baste para condenar con nueve años una imprudencia grave