Los independentistas también se alejan de Torra sobre la vía eslovena
Los partidos del Govern defienden un modelo pacífico como el único posible
Quim Torra se ha quedado solo. Ni tan siquiera las formaciones independentistas han secundado la defensa de la vía eslovena como camino para alcanzar la independencia de Catalunya realizada el sábado por el presidente de la Generalitat en Bruselas durante la presentación del Consell per la República. Una defensa muy polémica que el domingo ya concitó el rechazo de la mayoría de fuerzas políticas y al que ayer se sumaron incluso los partidos independentistas, aunque fuera con matices y sin tanta vehemencia como la oposición. De hecho, hasta JxCat –la candidatura de la que forma parte el jefe del Govern– marca distancias, al igual que lo hicieron el PDECat y ERC y apelan a la singularidad de la vía catalana.
Porque la realidad es que, aunque JxCat arguyó que a Torra se le había malinterpretado, lo hizo con la boca pequeña y Eduard Pujol enfatizó el “no a la violencia en ninguna circunstancia”, en la medida en que “no violencia, pacifismo y civismo es la receta de la vía catalana” frente a la “barbarie policial” del 1-O. El portavoz adjunto de JxCat en el Parlament considera, en todo caso, que cuando el presidente de la Generalitat habla de la vía eslovena “lo hace en referencia a la determinación del pueblo esloveno a la hora de convertirse en un estado independiente” y no a otra cosa. De la misma manera que la vicepresidenta del PDECat, Míriam Nogueras, esgrimió que sí es posible realizar una comparación con Catalunya en el sentido de que “en Eslovenia se hicieron dos referéndums, se ganaron y al final la violencia vino del otro lado”.
El PDECat, en la misma línea, recurrió también a la justificación de que al jefe del Govern se le había malinterpretado, pero aun así su presidente, David Bonvehí, quiso dejar claro que “la nuestra es la vía catalana, que es pacífica y democrática”, y que esto es lo que había reafirmado, tal como había avanzado La Vanguardia, la dirección ejecutiva. Bonvehí aprovechó, además, para reivindicar que “la vía que ha reclamado siempre el partido ha sido la vía escocesa” –la del referéndum pactado– y celebró que el presidente del Parlament, Roger Torrent, se sumara también a ella en respuesta al planteamiento de Torra.
El presidente de la Cámara fue más tajante y se desmarcó del modelo que seguir apuntado por Torra: “Siempre hemos defendido y continuaremos defendiendo la vía escocesa”, porque a su juicio es “la que conecta con el 80% de catalanes y permitirá una solución al conflicto”. No obstante, evitó pronunciarse sobre si se había malinterpretado al president y se limitó a decir que el independentismo siempre ha actuado de manera “cívica, pacífica y democrática”.
Torrent habló tras visitar a los líderes independentistas encarcelados en Lledoners, entre ellos Oriol Junqueras. Precisamente, el presidente de ERC manifestó ante una de las varias visitas que recibió ayer la necesidad de mantener la calma: se trata, indicó, de no perder “la sensatez”, hacer buen trabajo y “gobernar para todo el mundo”.
Posteriormente, la portavoz de ERC, Marta Vilalta, también alejó a su partido de las declaraciones de Torra. Sin embargo, la dirigente no fue tan categórica como el presidente del Parlament. Vilalta recordó a Torra que en el país balcánico “había una amplia mayoría”, en relación con el referéndum en el que más del 90% dio el sí a la independencia, y reiteró que ERC apuesta por la “vía no violenta”.
Quien cerró el círculo fue Toni Comín, diputado de ERC, que desde Bruselas auguró el sábado un camino “dramático” y con un precio “alto e injusto”. Ayer reculó y en declaraciones en TV3 se enmendó y subrayó esta vez que Catalunya no seguirá el ejemplo de Eslovenia: “Ni ha pasado, ni queremos que pase, ni pasará nunca”. Con todo, la oposición ya se ha puesto manos a la obra y el PSC ha pedido la comparecencia de Torra en el Parlament para que dé explicaciones.
La CUP fue la única que rehusó pronunciarse ayer sobre la cuestión. Sin embargo, en su ponencia política de noviembre del 2017 los cuperos ya dejaban claro que “la vía eslovena no es posible en Catalunya en las condiciones actuales”. “Ni disponemos de la misma fuerza institucional ni de una mayoría equivalente”, aseguraba el texto.
Más allá de la polémica en torno a Torra, JxCat, el PDECat y Torrent en boca de ERC quisieron marcar también distancias con los CDR después de las protestas del fin de semana y defendieron las movilizaciones absolutamente pacíficas. Pujol advirtió que “nos negamos a dar más minutos de gloria a lo que podría haber pasado en puntos concretos de las autopistas de este país” porque “no queremos caer en un escenario que acabe dibujando una realidad que no existe”. Y Bonvehí mostró su respeto “por lo que hagan los CDR, pero siempre que vayan a cara descubierta, porque no avalamos acciones de gente que va con la cara tapada”, y avisó que el día 21, ante la previsión de protestas con motivo de la reunión del Consejo de Ministros en Barcelona, no le gustaría ver “imágenes de las que no nos sintamos orgullosos”.
La CUP guarda silencio y el PSC reclama la comparecencia del president en el Parlament JxCat, ERC y el PDECat se desmarcan de las protestas de los CDR y no avalan acciones “con la cara tapada”