Los obispos catalanes, preocupados por “la larga prisión preventiva”
Isabel Turull, hermana del exconseller Jordi Turull, preso en Lledoners, interpeló hace unos días a los obispos catalanes para que se pronunciaran sobre el encarcelamiento preventivo de nueve políticos catalanes, y la respuesta llegó ayer a través de Norbert Miracle, vicesecretario de la Conferencia Episcopal Tarraconense. En la nota expresa, en nombre de los obispos, “su profunda preocupación” por la situación “excepcional” en que se encuentran y por la huelga de hambre que llevan a cabo cuatro de ellos. “Cuesta entender la larga prisión preventiva”, señalan, y citan una reflexión del Papa, del 2014, para quien la prisión preventiva “constituye otra forma contemporánea de pena ilícita oculta, más allá de un barniz de legalidad”.
En esta respuesta se señala que “los obispos que tienen políticos encarcelados en centros situados en sus diócesis han visitado de forma queridamente (sic) discreta pero comprometida a quienes sufren la falta de libertad”. Y anuncian que volverán a hacerlo con motivo de la Navidad. También se han entrevistado con algunos familiares “para apoyarlos en estos momentos de sufrimiento”.
Los obispos de la Tarraconense “confían en que las autoridades judiciales competentes resolverán de forma rápida y ajustada al derecho los recursos planteados y en que el futuro juicio al que serán sometidos será un juicio con plenas garantías y en el mínimo periodo de tiempo posible”.
En el último párrafo de la nota responden directamente a la interpelación de Isabel Turull, a la que en los últimos días se habían sumado otras voces, señalando que el respeto escrupuloso que los obispos quieren mantener “ante las diversas opciones políticas lícitas y presentes en la comunidad eclesial no es absentismo o distancia fría sino valoración positiva de la pluralidad que actualmente se da entre nosotros”.
Precisamente ayer, el presidente de la Generalitat pasó el día en Montserrat, donde se sumó a un ayuno de 48 horas con el colectivo Prou Ostatges!. Quim Torra llegó el domingo por la noche y permanecerá en el edificio de Nostra Senyora, lugar de acogida de los peregrinos a Montserrat, hasta esta mañana. Ayer por la mañana, a las 7.30 h, acudió a los laudes que celebra la comunidad benedictina en la basílica. Posteriormente paseó por el recinto, hizo una pequeña excursión por el camino de Sant Miquel y mantuvo un encuentro informal con el abad de Montserrat, Josep Maria Soler, sin presencia de medios. También celebró una reunión, ya prevista, con sus asesores.