La Vanguardia (1ª edición)

Díaz insiste en gobernar Andalucía con un pacto que excluya a Vox

- ADOLFO S. RUIZ Sevilla

El PSOE andaluz sigue con la pesada digestión de los malos resultados obtenidos en las urnas hace una semana. Susana Díaz reunió ayer al comité director del partido, el máximo órgano entre congresos, para analizar las causas de lo sucedido. En un ambiente de funeral, Díaz mantuvo sus planes de ponerse en contacto esta misma semana con “los partidos constituci­onalistas, lo que excluye a Vox” para explorar un pacto que le permita mantenerse en San Telmo. “Voy a intentar formar gobierno, no voy a hacer dejación de funciones. Vamos a ejercer esa responsabi­lidad porque se lo debemos al más del millón de andaluces que nos han votado. Nadie va a poner de rodillas al PSOE de Andalucía”, insistió Díaz.

Un intento que ya había adelantado por la mañana el secretario de organizaci­ón, Juan Cornejo, quien admitió que no sabe si este llamamient­o a las “fuerzas constituci­onalistas cristaliza­rá en alguna reunión o caerá en saco roto”.

La cuestión de Vox va a ser utilizada tanto por el PSOE como por Ciudadanos como arma arrojadiza, posiblemen­te durante toda la legislatur­a. Díaz reiteró ayer en la reunión del comité director socialista que Ciudadanos y el PP, si finalmente pactan, van a requerir “un apoyo activo” de Vox durante toda la legislatur­a. Díaz no pierde ocasión para achacar a la formación naranja que se plantee apoyarse en la extrema derecha, mientras que Cs echa en cara al PSOE que su negativa a abstenerse en la investidur­a del nuevo presidente es lo que va a dar a Vox un papel con el que ellos no querían contar. “No parece lógico que la tercera fuerza parlamenta­ria pida a la primera que se abstenga. Lo más coherente sería que se abstuviera­n ellos, porque nosotros hemos ganado las elecciones”, respondió ayer la candidata socialista.

Ciudadanos admite ahora, por primera vez desde la noche del pasado 2 de diciembre, que puede renunciar a presidir la Junta de Andalucía a cambio de que produzca “el cambio de gobierno” que anhela la mayoría de los andaluces. El partido naranja y el PP se verán hoy las caras en directo para comenzar la negociació­n del nuevo gobierno para Andalucía. Y lo harán con una primera discusión sobre las líneas rojas de ambas formacione­s para alcanzar el consenso.

La cuestión de estas líneas tan irrenuncia­bles para una y otra parte surge de unas declaracio­nes del candidato popular, Juan Manuel Moreno Bonilla, en las que aseguraba que “la única exigencia del PP que no tiene vuelta atrás es que yo voy a ser el presidente de la Junta”. El domingo, Juan Marín, el aspirante de Ciudadanos, reiteraba en televisión: “O soy yo el presidente o el acuerdo será muy difícil”.

Estas declaracio­nes fueron matizadas ayer tanto por Marín como por el secretario general de Ciudadanos, Juan Manuel Villegas. Sigue existiendo una línea roja, pero ya no es la presidenci­a, sino “que haya cambio de gobierno en Andalucía”. Pese a ello, hoy Marín se presentará en la reunión con el PP con su candidatur­a bajo el brazo.

Ciudadanos mantiene su intención de presidir la Junta, pero matiza que ya no es una línea roja

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