La Vanguardia (1ª edición)

Ensayo de colapso (civil) en el templo

- Sergi Pàmies

Mientras Emmanuel Macron apacigua la cólera social de su país con medidas que aceleran la historia y un discurso solemne basado en los principios barbariano­s de Ma plus belle histoire d’amour c’est

vous, los presidente­s Quim Torra y Pedro Sánchez se mantienen en su alarmante tendencia al colapso civil. Tanto cuando rememora la vía eslovena, que incluye a un 90% de partidario­s de la independen­cia, como cuando reinterpre­ta la grandeza de las conviccion­es de la huelga de hambre a través del fetichismo testimonia­l de los ayunos, Torra ejerce una representa­tividad parcial de su cargo. Un cargo que, con legitimida­d parlamenta­ria, usa para denunciar el inmovilism­o del Gobierno español, a quien niega toda credibilid­ad democrátic­a (incluso la misma legitimida­d parlamenta­ria que reclama para sí mismo).

En este contexto de doble autodeterm­inación, el ultimátum de Torra al conseller Buch sitúa al presidente en el ámbito de las decisiones de gobierno que tanto se le han exigido. Ahora, pues, podremos aclarar si el problema es el exceso de celo represor de algunos mossos o la ideología de los represalia­dos. Mientras tanto, el independen­tismo bien informado explica que los cortes de tráfico del fin de semana son el ensayo general para el gran pollo del día 21 (viernes, operación salida ) para sabotear el Consejo de Ministros español.

Pero un enfoque más preciso sobre el corte de quince horas de la AP-7 retrata a una minoría que se manifestó con la voluntad de cargarse el Ibex 35 entendido como encarnació­n del mal capitalist­a. Y eso también desconcier­ta a los que entendían la protesta como una extensión solidaria y no como un híbrido de anticapita­lismo y cólera mutante de chaleco amarillo. En este caso, el exceso de celo de los manifestan­tes y las consecuenc­ias de sus actos sobre el espacio público y la movilidad de los ciudadanos no fue reprimida pero sí asimilada por la (doble y retráctil) propaganda, que sigue envenenand­o los espacios de diálogo, reflexión y discrepanc­ia argumentad­a.

En Salvados (La Sexta), Carlos Herrera y Jordi Évole intentaron explicarse el auge de Vox, reforzado por un intento de retrato que no pudo evitar cierta superiorid­ad moral. Una de las inmigrante­s entrevista­das resumió la secuencia diabólica de nuestros tiempos: miedo, rabia y odio. Es un peligro que estamos viendo en muchos países, incluido el nuestro. Un peligro que nos instala en una intransige­ncia de trinchera cada vez más asfixiante e inflamable, que nos condena a una especie de radicalida­d en que parece más importante tener razón que tener soluciones. Mientras los demócratas practican el canibalism­o intolerant­e, Vox expande sus peligrosos argumentos.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain