El quinto elemento
La Wikipedia, que se ha convertido hoy prácticamente en el pozo de la sabiduría, cuenta que en la película de Luc Besson El quinto elemento hay un arma para derrotar a El Maligno formada por cuatro piedras, que representan los cuatro elementos (agua, aire, tierra y fuego) y un sarcófago que contiene un quinto elemento en forma de un ser humano que combina el poder de los otros cuatro en una Luz Divina. Parece la descripción de Messi, aunque en el año 1997, cuando se estrenó la película francesa, Leo sólo tenía 10 años. Y es que Messi es el quinto elemento. Esa es al menos la esperpéntica posición en la que le han colocado los ya mediocres premios del Balón de Oro y The Best. En ambos es el quinto. La clasificación del Balón de Oro es Modric, Cristiano, Griezmann, Mbappé y Messi; y la de The Best, Modric, Cristiano, Salah, Mbappé y Messi. En el fútbol no puede haber nada más injusto y ridículo que esa posición para el número uno.
Messi ha sido el mejor jugador del año y de la temporada y es el mejor del mundo, sin ninguna duda. Es el jugador que más goles ha marcado de las grandes ligas y el que se ha mostrado más regular en su nivel de brillantez futbolística durante todo el curso. Si cualquier otro futbolista hubiera hecho lo que hizo ante el Espanyol, ya sería un claro candidato a ganar el Balón de Oro. Pero que Messi sea excelente es normal. Ese es un problema. Y gordo. Que Messi juegue al máximo nivel el 80 por ciento de los partidos que disputa y lo haga de forma brillante no ha sido suficiente. Los dos premios han caído en un desprestigio notorio y no sólo porque se ha descubierto que hay votos de periodistas que no son y de medios que están cerrados hace seis años sino también porque que Messi no esté entre los tres primeros no acepta ningún argumento lógico.
Hay que felicitar a Modric por llevarse los dos premios. Para algunos no ha sido el mejor, pero es un futbolista excelente. Además su discurso fue impresionante, dedicándolo a Xavi e Iniesta. Pero que Messi no esté en el trío final indica desprotección y una supina ignorancia sobre lo que es este juego, en qué se basa y quiénes son los tipos que marcan las diferencias. Si estaban cansados de repetir un premio a Messi o a Cristiano, que monten otro, pero que no caigan en el absurdo de meterlo en el quinto lugar. Realmente esto debe moverlo El Maligno. O alguien más. El gran delantero sueco Zlatan Ibrahimovic hizo unas declaraciones en Fox realmente impactantes: “Ahora todos sabemos que fue Florentino Pérez quien compitió con Messi por el Balón de Oro, no Cristiano Ronaldo”. Después añadió: “El Balón de Oro debería llamarse Messi”.
El fútbol tiene un problema: que Messi sea excelente es normal. Los premios de este año han hecho el ridículo