Estimuladores de colágeno
La solución más efectiva para recuperar la flacidez facial. ¡Ideal para pieles maduras!
Es principalmente a partir de los 25 años cuando nuestro cuerpo comienza a degradar las fibras de colágeno. Esto contribuye, con el paso del tiempo, a que nuestra piel se vuelva más flácida provocando, entre otras cosas, la aparición de arrugas y la pérdida de la definición de nuestro rostro. Para tratar todos estos signos de envejecimiento derivados de dicha degradación se usan los denominados estimuladores de colágeno.
Los estimuladores de colágeno están destinados a inyectarse en el área del rostro que se quiere tratar con el fin de potenciar esta sustancia y al mismo tiempo restaurar el volumen perdido.
Actualmente disponemos en el mercado de una amplia variedad de estos productos como pueden ser el ácido poliláctico o la hidroxiapatita cálcica, pero a mí me gustaría destacar especialmente uno de ellos, la policaprolactona.
Esta diferenciación la hago principalmente por dos motivos. El primero por el tipo de colágeno que estimula, el colágeno tipo I, a diferencia del resto que estimula el tipo III. Esto es importante debido a que este es el tipo de colágeno que tenemos mayoritariamente en el organismo cuando somos jóvenes por lo que, aparte de conseguir una obtención natural en nuestro propio cuerpo, conseguiremos una evidente mejora en la calidad de la piel. Y el segundo motivo radica en que es el único producto cuya durabilidad se puede elegir, pudiendo oscilar entre 1 a 4 años en función de la estructura molecular del producto.
En definitiva, hoy en día los estimuladores de colágeno son uno de los tratamientos más demandados en la medicina estética debido tanto a la calidad de los resultados como a la duración de los mismos.
Hay que estimular el colágeno que teníamos en la juventud.