Un gran año para el empleo
LA evolución del empleo en el 2018 ha sido mejor de lo que se esperaba. Los 563.965 nuevos puestos de trabajo creados el año pasado en el conjunto del Estado –de ellos, 96.437 en Catalunya– elevan hasta los 19,02 millones el número de afiliados a la Seguridad Social. Este es el mejor dato que se registra desde el 2007, el año en que empezó la última crisis económica. El gran reto que tiene el país es intentar mantener el actual ritmo de creación de empleo, que aumenta por encima del 3%.
El medio millón de empleados más que hay en la economía española al inicio de este año debe suponer un importante impulso para el consumo, que se verá reforzado con los aumentos previstos en la negociación colectiva y en el aumento del sueldo de los funcionarios, del salario mínimo interprofesional y de las pensiones que se han aprobado en los últimos días. Ello será importante para intentar mantener un intenso ritmo de crecimiento económico, en un año en que soplan vientos de desaceleración en la economía mundial.
No hay que ignorar, sin embargo, que una parte del logro conseguido hay que atribuirlo a los efectos que aún tiene la reforma laboral. Por eso el actual Gobierno deberá ser muy cuidadoso con los cambios que ha prometido hacer en dicha normativa, con objeto de no provocar inseguridad jurídica entre los empresarios, ya que actuar en ese sentido podría tener efectos negativos en los altos niveles de contratación que se registran en la actualidad.
En un país como España, con todavía tres millones de parados, la mejora de las condiciones laborales para reducir la precariedad no debe ir en detrimento de la creación de empleo, que es el objetivo prioritario. Esto es algo que se debe tener muy claro en un año como el que comienza, en el que el crecimiento económico previsto será menor que el registrado en el 2018 y, por tanto, con un menor impulso en la creación de empleo. En cualquier caso, para mantener el buen momento por el que atraviesa la creación de empleo es necesario que las nuevas reformas que se emprendan se hagan por consenso entre Gobierno, patronal y sindicatos con objeto de garantizar un clima de estabilidad y confianza.
Queda mucho por hacer para mejorar el marco laboral. Pese al intenso ritmo de crecimiento de la economía y el aumento de los puestos de trabajo, España sigue siendo aún el segundo país de la eurozona con mayor desempleo después de Grecia. El hecho de tener una tasa de paro del 15% frente al promedio europeo del 8% indica que hay margen de mejora.
En ese sentido, es de valorar la afirmación de la secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, quien afirmó, en un intento de rebajar el optimismo, que “el Gobierno seguirá trabajando con intensidad y rigor para mejorar los datos de empleo y desempleo”. Será necesario también que los agentes sociales muestren su mejor predisposición para el diálogo, aunque las reacciones formuladas ayer por sindicatos y patronal no fueran especialmente conciliadoras. CC.OO. y UGT advirtieron que el 2019 será un año de movilizaciones si no se modifica la reforma laboral aprobada en el 2012 por el PP, y la CEOE reclamó una rebaja generalizada de las cotizaciones sociales para subir salarios y crear más empleo.
En cualquier caso, tanto el riesgo de una desaceleración global como las turbulencias políticas en España y en el entorno europeo pueden acabar propiciando ese diálogo tan necesario para prolongar la senda de crecimiento económico y del empleo.