Museos del Vaticano, sin límite
Los Museos del Vaticano estuvieron considerando a finales del año pasado poner un límite a los visitantes debido al temor que corre entre los guías turísticos de que el hacinamiento pueda provocar una estampida, a menos que se cambie la política de seguridad. Estos museos, que constituyen una estructura vasta de 54 galerías que muestran la colección de tesoros que han aglutinado los pontífices a lo largo de los siglos, atraen a más de seis millones de personas al año. Pero a diferencia del resto de las salas museísticas del planeta, estas no tienen un límite de visitantes fijado por día. Algunos guías turísticos aseguran que, camino de la Capilla Sixtina, se les desmayan al menos diez visitantes al día mientras las multitudes se mueven lentamente por el largo y estrecho corredor que conduce a la atracción más popular. Otros han sufrido ataques de pánico e incluso lesiones. Los guías turísticos, que pagan 250 euros al año por una licencia que les permita operar allí –hay unos tres mil–, advierten que las condiciones son más peligrosas durante la temporada alta de verano, cuando el número de visitantes puede superar los 30.000 por día y las temperaturas pueden alcanzar los 40ºC, según publicó The Guardian. Sólo la Capilla Sixtina tiene aire acondicionado. Y en cuanto a salidas de emergencia, no es que el edificio esté falto, pero sólo hay dos en el largo pasillo de la Capilla Sixtina: una en cada extremo.