Un hacker pone al descubierto datos de cientos de políticos alemanes
Entre las víctimas figura la propia Merkel, de quien se filtraron cuentas de correo y cartas
Centenares de políticos, periodistas y artistas descubrieron ayer aterrorizados cómo un hacker dejaba al descubierto sus datos personales. Entre ellos estaba la propia Angela Merkel, de quien se filtraron dos cuentas de correo, varias cartas y un número de fax. Aún se desconoce el móvil y el autor del ataque, aunque hay un dato que llama la atención: todos los partidos políticos resultaron atacados menos la AfD, de ultraderecha. El Gobierno desconocía ayer el daño del pirateo.
Cualquiera es vulnerable en internet, incluso la gigante Alemania. Centenares de políticos, periodistas y artistas temblaron ayer al descubrir que un hacker había dejado al descubierto sus datos personales. Entre ellos estaba la canciller Angela Merkel, que descubrió cómo un pirata (cuya identidad aún se desconoce) filtró vía Twitter dos de sus cuentas de correo electrónico, varias cartas y su número de fax. Pero ni de lejos fue la víctima más perjudicada. El líder del Partido Verde, Robert Habeck, perdió el control de varios mensajes privados con su familia, y un famoso humorista y bailarín de cabaret, Christian Ehring, entró en cólera porque, ahora, cualquiera puede cotillear con más de tres gigas de fotos de sus vacaciones.
De acuerdo con la información publicada por RBB Inforadios (que destapó el caso), el hacker llegó a filtrar números de teléfono, tarjetas de identidad, cartas, facturas, contratos de alquiler, tarjetas de crédito y conversaciones privadas. Sin embargo, no difundió ninguna actividad política controvertida. El ciberataque descubierto ayer no fue un Panama papers, pero puso en alerta a Berlín, cuya ciberseguridad
INVESTIGACIÓN ABIERTA
Aún se desconoce el móvil y el autor, que publicó los datos en Twitter hace un mes
SOSPECHAS
Todos los partidos políticos fueron atacados menos la AfD, de ultraderecha
ha quedado en evidencia. “La gente detrás del ataque quiere dañar la confianza en nuestra democracia y sus instituciones”, dijo la ministra de Justicia, Katarina Barley, que calificó el pirateo de “ataque grave”.
El Gobierno desconocía ayer el daño y el alcance del pirateo, pero confirmó que había afectado tanto a diputados del Bundestag como a otros de parlamentos regionales, de la Eurocámara y a políticos municipales. Según un primer recuento provisional, entre las víctimas había alrededor de 400 políticos de la CDU (el partido de la canciller), casi 300 del SPD, su socio de gobierno, un centenar de Los Verdes, La Izquierda (82) y los liberales del FDP (28). Alrededor de una treintena de periodistas de la cadena pública ARD también fueron víctimas del ciberataque, además de personalidades del mundo de la cultura, como youtubers, comediantes o raperos. Al margen quedaron la red interna de seguridad del Gobierno alemán, del Bundestag, de las de las agencias de seguridad y las fuerzas armadas.
Ayer aún se desconocía el móvil del ataque. “El autor o los autores parecen enorgullecerse de ellos mismos. Un patrón claro de su conducta es que tienden a atacar a personalidades que se identifican con tendencias liberales o de izquierda. Otra prueba es que no han atacado a ningún político de la formación de extrema derecha Alternativa por Alemania (AfD)”, comentó ayer a este diario Linus Neumann, portavoz del Chaos Computer Club, una de las mayores asociaciones de hackers de Europa, cuya sede se encuentra en la capital alemana.
La Oficina del Fiscal General de Frankfurt, junto con la Oficina Federal de Policía Criminal (BKA), iniciaron ayer las investigaciones sobre el caso, que ya calificaron de “muy difícil”. No es la primera vez que la política alemana sufre un robo de datos masivo. En el 2015, la red informática del Bundestag fue atacada por unos hackers rusos.
Según Neumann, todo indica que detrás de este último ataque “es más probable que haya un grupo de hackers que un individuo” porque “recopilar toda esta información fue un gran trabajo realizado con mucho tiempo y meticulosidad”. El portavoz de Chaos Computer Club indicaba que los autores podrían haber recogido la mayoría de los datos “pirateando contraseñas débiles o reutilizadas” de redes sociales o correos electrónicos y que no le extrañaría que surgieran muchas más.
Los principales medios alemanes relataban ayer que los ataques se
habrían perpetrado “durante el último año” y las informaciones (algunas datadas del año 2009) se habrían empezado a filtrar hace “algo más de un mes” a través de una cuenta de Twitter localizada en Hamburgo. El propietario, que se definía como “artista, irónico y satírico”, empezó a publicar las informaciones el pasado 24 de noviembre, el día que tuiteó a sus 17.000 seguidores: “Sé curioso, podría ser demasiado intenso para algunos”. La cuenta, que fue cerrada ayer por la mañana, publicaba los datos a modo de calendario de adviento, en píldoras diarias, pero la información no llegó al alcance de las autoridades alemanas hasta el jueves por la noche. Más de un mes tardaron en descubrir lo vulnerable que puede llegar a ser en internet una potencia tan fuerte a escala política y económica como Alemania.