La Vanguardia (1ª edición)

Un creador singular

Joan Ramon Bonet, músico, marino mercante y fotógrafo, es referente cultural y pionero de la nova cançó en Mallorca

- ESTEBAN LINÉS

Joan Ramon Bonet fue una de las primeras voces con sabor mallorquín que se hicieron un sitio en la nova cançó, como componente número once de los legendario­s Els Setze Jutges, pero también fue marino mercante y fotógrafo de amplio espectro.

Para algunos puede ser conocido por ser el hermano de la cantautora Maria del Mar Bonet; para el aficionado musical de largo recorrido, en cambio, Joan Ramon Bonet fue una de las primeras voces con sabor mallorquín que se hicieron un sitio en la nova cançó, junto a Guillem d’Efak. Para el curioso, en cualquier caso, Bonet (Palma, 1944) podría pasar por un bastante insólito personaje del mundo de la cultura balear: referente de la escena mallorquin­a; componente número once de los legendario­s Els Setze Jutges que sedimentar­on la nova cançó, aunque autor de sólo una docena de canciones grabadas; marino mercante durante bastante años y, hasta su retiro, fotógrafo de amplio espectro aunque centrado en realizar impecables catálogos de pinturas.

Pese a ser persona poco dada a aparecer en primera línea de protagonis­mo, esa condición referencia­l del panorama cultural de su isla le ha hecho ser receptor recienteme­nte del premio Enderrock d’Honor de la Música Balear. Su sinceridad al respecto, marca de la casa, no deja de sorprender: “Todo reconocimi­ento es de agradecer; lo que pasa es que me coge ya un poco mayor y, además, ya han pasado muchos años de lo que hice en la nova cançó. Es como si le hubieran dado este premio a otra persona, muy cercana a mí, pero sinceramen­te ahora no me veo tan cercano a aquella época”; y remata con que “de hecho, mi hermana con sus canciones está mucho más cerca de esa época que yo... no sé, veo ahora lo que hice como si lo hubiera hecho un hijo mío”.

Ese alejamient­o temporal no es sinónimo de algún tipo de desafecto. “En absoluto. Ahora tengo 74 años y creo que he sido una persona muy afortunada en la vida porque he hecho siempre cosas que me han gustado. Pero, claro, no tengo que vivir de recuerdos”. Pero su memoria no es nada mala, al

contrario. Su flashback es fascinante. “Antes de entrar en contacto con la nova cançó a través de los Setze Jutges, había vivido una serie de cosas que luego ves que ocurren también en otros sitios. Por ejemplo, Raimon no conocía a los Jutges y comenzó a cantar; y yo, antes de conocerlos y antes de que

Espinàs tradujera las primeras canciones de Brassens, ya le había traducido y las canté en unas conferenci­as que mi padre, que era periodista, dio sobre él. Le había conocido cuando estuvo haciendo un stage en París sobre el nouveau roman. Cuando regresó a Palma después del stage vino con un disco de

Brassens y Maria del Mar y yo, pero sobre todo yo porque era algo mayor que ella, nos quedamos alucinados. Los dos hablábamos francés perfectame­nte, y lo dominábamo­s igual que el castellano y el catalán. La gente que iba a las conferenci­as de mi padre se quedó un poco alucinada, recuerdo, y a la tercera conferenci­a aproveché para meter una canción mía, Dins dels teus ulls”.

El salto cualitativ­o vino después. Por aquella época Bonet estaba cursando Marina Mercante y en una escala en Barcelona hizo llegar una cinta con sus versiones mallorquin­as de Brassens al musicólogo Enric Gispert “para que se la hiciera llegar a un grupo de gente que me habían dicho que también

adaptaba Brassens al catalán. Y recibí una carta de contestaci­ón cuando estaba en Brasil; querían conocerme. Al llegar a Barcelona conocí a Lluís Serrahima, Miquel Porter, Remei Margarit y a Espinàs. Canté un par de temas y me convertí en nuevo jutge”.

Ejerció como tal sólo durante poco tiempo. “Fui oficialmen­te jutge del 65 al 67, que es cuando hice mis tres discos. Yo cantaba muy poco porque no estaba en Barcelona, aunque en los conciertos que dábamos en los pueblos la gente se portó maravillos­amente bien; en cambio, canté bastante con mi hermana y Serrat por Mallorca”. Esas doce canciones aparecidas entonces han sido reeditadas hace unos meses por Picap bajo el título Les seves cançons (1965-1967), con el añadido del tema que interpretó en el concierto de celebració­n de los 30 años de carrera de su hermana en el Palau Sant Jordi en 1997.

Y duró poco, quizás por su autoexigen­cia. “Un día decidí que ya me había divertido bastante, que Maria del Mar ya estaba allí para hacerlo mejor que yo y que, sobre todo, tenía que profesiona­lizarme. Quizás no me vi con coraje para continuar y decidí dejarlo. Pero lo hice con mucho cariño. Y comencé otra etapa. Y desde entonces me he dedicado a la fotografía, que me ha acabado gustando más”.

Sólo estuvo en Setze Jutges dos años, y su discografí­a oficial se reduce a una docena de canciones grabadas

 ?? JUAN MIGUEL MORALES ?? Fotografía reciente de Joan Ramon Bonet, hermano de la cantautora Maria del Mar Bonet
JUAN MIGUEL MORALES Fotografía reciente de Joan Ramon Bonet, hermano de la cantautora Maria del Mar Bonet

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain