“Las pérdidas y la pasión se sienten igual en EE.UU. y España”
Olivia Wilde, actriz, protagonista de ‘La vida misma’ “Ser madre me ayudó a hacer este filme, te dice que todos somos una sola familia humana”
Es dueña de los ojos más hipnóticos de Hollywood y su innegable talento la ha colocado en una situación envidiable dentro de la industria. Sin embargo, esta hija de periodistas nacida en Nueva York y criada en Washington DC cuyo verdadero nombre es Olivia Jane Cockburn, pero que en la escuela secundaria se cambió el apellido para honrar a Oscar Wilde, no siempre ha elegido los proyectos que podrían haberle dado los premios que se merece. La vida misma, el filme que se estrena esta semana en Barcelona y en la que vive una historia de amor que tendrá consecuencias en las otras historias aparentemente independientes, acaba de ser incluida por la revista Forbes en su lista de las 10 películas más subestimadas del 2018. Los críticos vieron en ella una continuación del característico estilo de su director, Dan Fogelman, que en televisión le ha convertido gracias a This is Us en un hombre exitoso del momento.
Como madre, ¿la película le resultó especialmente cercana?
Por supuesto. Todos los que hicimos este filme lo sentimos como una historia muy personal. Queríamos hacerle justicia a un guion que Dan Fogelman había escrito desde una perspectiva muy propia. Quiso hacer la película por la tragedia que vivió con su madre y la magia que encontró en el amor de su esposa. Fue una oportunidad de rendirnos por completo al corazón que tenía el filme y no preocuparnos por nada más. Yo suelo obsesionarme con la lógica de los giros argumentales. En este caso, había filmado antes una película muy oscura y esta me pareció una buena oportunidad para concentrarme en su parte humana. Ser una madre me ayudó mucho a hacer este papel, porque la historia me hizo pensar en cómo nuestra historia continúa en nuestros hijos, en que somos extensiones de nuestros ancestros, porque este filme dice que todos somos una sola familia humana.
La razón por la que la mitad de la película está en castellano y fue rodada en España es porque tratamos de señalar que culturalmente tal vez seamos diferentes, pero todos pasamos por las mismas cosas. Las pérdidas se sienten de la misma manera en Estados Unidos y en España, y lo mismo pasa con la pasión.
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