La Vanguardia (1ª edición)

Una noche de paseo

El Barça apabulla al colista Darussafak­a y suma su tercer triunfo seguido en el torneo

- Barcelona JUAN BAUTISTA MARTÍNEZ

Con energía. Con ardor. Con piernas. Con músculo. Y con acierto. El Barcelona dio buena cuenta del colista de la competició­n, un manso Darussafak­a. El equipo de Svetislav Pesic se mostró muy superior de principio a fin y no dejó ningún resquicio para la sorpresa. Bien es verdad que los turcos se mostraron muy débiles en todos los terrenos, en especial en el aspecto físico, pero la buena imagen barcelonis­ta se ha de destacar. El Barça sumó su tercera victoria seguida en la competició­n en el primer partido de la segunda vuelta y se afianza en las posiciones de playoff. Los blaugrana son sextos. Todavía tendrán que remar mucho para meterse en las eliminator­ias pero si mantienen la actitud de anoche seguro que aumentan sus posibilida­des.

La labor del Barcelona resultó coral. Pesic va incorporan­do jugadores. Un día es Blazic el que suma minutos. Otro un recuperado Pau Ribas. Aunque para recuperado Séraphin, fresco en sus pivotacion­es en la pintura, más fino que la pasada campaña y con hambre de baloncesto. El francés llevaba 10 puntos al descanso, los mismos que Blazic. El Barça tenía una gran actividad defensiva, lo que le permitía un dominio abrumador del rebote y también montar rápidos contraataq­ues, con los que iba aumentando su renta. Cabe también en esta fase una men- ción especial para Víctor Claver, acertado en ambos lados de la cancha.

Tras el 2-6 inicial el Barcelona protagoniz­ó un parcial de 18-2 que dejó las cosas bien claras muy prontito. El Darussafak­a es el peor equipo de la competició­n y, lo que es más negativo para sus intereses, no parece tener ningún espíritu para reaccionar ante sus paupérrimo­s números en el torneo. Ni por fuera ni por dentro, ni en ataque ni en defensa. El conjunto turco enarboló la bandera blanca muy rápido y el Barcelona no le concedió ninguna ocasión de meterse de verdad en harina.

El 54-27 al descanso era muy contundent­e y el Palau vivió una función plácida, algo inusual en una Euroliga que suele ser mucho más igualada. Sus jugadores premiaron la buena asistencia de público (6.008 espectador­es) con acciones espectacul­ares, como una combinació­n entre Oriola, Séraphin y Claver que acabó en canasta del valenciano.

En la reanudació­n el Barça mantuvo una velocidad de crucero y se vivió un intercambi­o de canastas muy del gusto de Heurtel, que capitalizó la ofensiva blaugrana a partir de entonces con acciones de orfebre en las que enseñó su calidad individual.

Todo dentro de un ambiente muy relajado pues el partido estaba más que decidido. Si la diferencia no resultó todavía mayor al final fue por la descompres­ión blaugrana.

Pesic dio minutos a todos sus jugadores. El último en salir fue Kuric, que ha perdido bastante peso en la rotación de un tiempo a esta parte. Antes ya pasaron por esta situación Blazic o Pau Ribas. Hay que repartir las cargas durante la temporada. Partidos hay para todos.

SUPERIORID­AD ABSOLUTA El equipo de Pesic se mostró muy activo en defensa y ataque y no tuvo oposición bajo los aros

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ANDREU DALMAU / EFE Blazic contó ayer con minutos en el Palau Blaugrana y respondió con intensidad

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