Anton Gasol
DECANO COL·LEGI D’ECONOMISTES
El nuevo decano del Col·legi d’Economistes de Catalunya propone una institución más transversal, con más mujeres, más abierta a los jóvenes y al mundo de la empresa. El colegio cuenta con 8.000 profesionales asociados.
La primera lección de economía la recibió del padre. “En el campo estás sometido a las inclemencias del tiempo y el precio te lo fija otro”, le advirtió. Anton Gasol, doctor en economía, viene de Cervià de les Garrigues, un mundo de secano donde el aceite era el rey. Un aceite de calidad que “no sabían comercializar y que al final se lo quedaban los italianos, que lo mezclaban para mejorar su producto”. Aquel mundo tuvo una época dorada en los años del general Primo de Rivera. Después la actividad descendió, la gente se tuvo que marchar y el pueblo se fue vaciando.
A él lo enviaron a estudiar a Lleida. Y en 1967 entró a trabajar en La Caixa de Pensions, donde estuvo 42 años. Trabajó en oficinas, haciendo tareas de prensa, en formación profesional, diseñó productos de ahorro... Pero sobre todo estuvo en el servicio de estudios, donde entró después de oposiciones. “No había temario y me lo tuve que tomar muy en serio, cogí un permiso sin sueldo para prepararme”. Quedó el primero. Y un economista recien llegado, Josep Piqué, quedó segundo. Gasol es un hombre de La Caixa. “De La Caixa que fundó Francesc Moragas, de la entidad que apostaba por la cooperación y no por el enfrentamiento. Soy hombre de La Caixa, la entidad a la que le entregabas todas las horas y que a cambio se preocupaba por tu futuro”.
En el 2008, a raíz de la crisis financiera e inmobiliaria, el mundo de las cajas se hundió. En pocos años, en Catalunya, de diez cajas de ahorros no quedó ninguna, con la excepción de la Fundació Bancària La Caixa. Se habló de la crisis del modelo. Pero Gasol no lo ve así. “No fracasaron por su naturaleza jurídica ni tampoco por estar politizadas como se dijo. Europa estuvo mal informada de lo que pasó, y algunos bancos supieron actuar con habilidad”. Si hay que buscar una causa de la crisis, matiza, estaría en la expansión desaforada, el sobredimensionamiento. “Y aun aceptando ese error estratégico, las cajas aportaron a Catalunya entre 10.000 y 12.000 millones de euros en obra social. Hicieron un trabajo inmenso”.
Gasol se ha especializado en el sistema financiero. Es diplomado en Comunidad Europea. “Europa debe refundarse no desde planteamientos decimonónicos sino desde las regiones, que son las que pueden desplegar las políticas adecuadas en cada caso”. El economista cree que el modelo europeo, sustentado en el Estado de bienestar, está en situación delicada. “De los 80 hacia aquí, y especialmente en España, la recaudación del impuesto de la renta ha bajado mucho. Y eso nos ha impedido hacer políticas redistributivas”.
¿Cómo revertir esa situación? Gasol asegura que la salida está en la innovación. Aunque, en eso, tanto Catalunya como España están en desventaja por la composición de su capital humano. “La ausencia de políticas de natalidad en las últimas décadas ha sido perjudicial. Ha traído a un modelo que necesita de la mano de obra inmigrante”. Y eso, argumenta, condiciona el modelo productivo, muy basado en salarios bajos. “Es un modelo que no mejora la productividad ni permite explorar la innovación”.
Pero es optimista. “Catalunya es un territorio que sabe adaptarse a los cambios”. Menciona el salto exportador de la última década, “fruto en parte de la devaluación interna”. Más crítico es con el turismo. El turismo de masas estaba bien cuando no eras nadie. Ahora que ya te conocen, hay que seleccionar quién viene...” Partidario de la subida del salario mínimo interprofesional. Pero con matices. “El SMI se tendría que adaptar a cada territorio, al diferente poder adquisitivo. Y lo tendrían que gestionar las comunidades autónomas”.
Gasol fue nombrado decano del Col·legi d’Economistes este verano. Encabezaba una candidatura con siete mujeres (de un total de veinte miembros). Quiere hacer un Col·legi más transversal, próximo a los jóvenes y también abierto al mundo de la empresa. Está casado con una bióloga y tiene tres hijas. Le gusta bailar, caminar, esquiar, jugar a billar, ir en bici y subir a caballo. Y, según explica, todavía le queda tiempo para escribir poemas.
Doctor en economía, ha desarrollado toda su carrera profesional en La Caixa de Pensions