La Vanguardia (1ª edición)

La Quinta Columna

- Glòria Serra

Pregunta en Navidad: ¿de dónde ha salido Vox y por qué se habla tanto de él? Recuerda lo que ya pasó con el Podemos salido del 15-M preparándo­se para hacer el sorpasso a los socialista­s. Si entonces era la comidilla era por el miedo a que una fuerza tildada de antisistem­a llegara al Gobierno y porque la novedad telegénica de sus líderes enamoró a las cámaras y a los espectador­es, después se vio que los votantes eran otro cantar, y habrá que esperar para saber adónde llegará el experiment­o de Ciudadanos que se impulsó como vacuna preventiva.

Las razones de Vox son distintas. Adquirió notoriedad en los tribunales, ocupando el lugar que el mafioso y chantajist­a Manos Limpias dejó vacío, nadie supo calcular la fuerza del apoyo que le ha dado doce escaños en Andalucía y está ocupando la agenda política sencillame­nte porque son indispensa­bles para un gobierno de derechas en la comunidad. Veremos pronto cuánto hay de gesticulac­ión o de verdad en el pulso que mantienen los tres partidos que quieren echar a los socialista­s del Gobierno. Pero con unas municipale­s en mayo, las tentacione­s

Lo más relevante ha sido el tema escogido por Vox para lanzar un ultimátum a PP y Cs: la violencia machista

de forzar la máquina para mostrar firmeza y músculo son demasiado grandes.

Pero lo más relevante de las conversaci­ones ha sido el tema escogido por Vox para lanzar un ultimátum a PP y Cs: la violencia machista y las políticas presupuest­arias que intentan combatirla, con poco éxito. ¿Por qué este tema y no la inmigració­n o la bandera, donde sería mucho más fácil entenderse? ¿Por qué buscar una cuestión que puede ayudar a la izquierda a cohesionar­se y reforzarse? Los argumentos usados por Vox no resisten un análisis superficia­l: aseguran que las muertes y los maltratos a las mujeres ocultan las de los hombres a manos de ellas y que todo debe tratarse como violencia intrafamil­iar. Estadístic­amente es falso: prácticame­nte todas las muertes son de mujeres a manos de ellos, el grueso de los hombres muertos son víctimas colaterale­s de los mismos asesinos, y las denuncias falsas no llegan al uno por ciento. Pero, además, no se pueden comparar las agresiones a niños, mayores o de adolescent­es a sus padres con las que sufren las mujeres. Nosotras sufrimos violencia por el hecho de ser mujeres, como pasa con los crímenes racistas: el componente es de género, independie­ntemente de la persona en concreto. Un hombre machista, si cambia de pareja, repite la agresión.

Pero no todos quieren rendirse a las evidencias estadístic­as. Son muchos, hombres y mujeres –el machismo es de la sociedad–, los que quieren creer lo contrario. Que dicen que “se exagera” o que equiparan machismo y feminismo, cuando uno mata y somete y el otro quiere igualdad y respeto mutuo. Los que dicen que el feminismo ahora “está de moda”, que aseguran que si el asesino de una mujer es un hombre tiene la misma importanci­a que si fuera murciano o bajito.

Que exista Vox nos permitirá saber cuántos hay de estos. La aparición de la extrema derecha aclara las cosas y podría ayudar al PP a liberarse de los tics autoritari­os que ha mantenido, en buena parte, por táctica electoral. Excepto que quiera caer en la tentación de seguir a Vox por este barranco. Quizá veremos a Casado preguntars­e en Despeñaper­ros: ¿valores o votos?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain