BLANCAS JUEGAN Y GANAN
El peón de ventaja de las blancas podría no ser botín suficiente para garantizar la victoria, y en todo caso quedaría por delante una larga lucha. En la partida Mirkovic–Stefanovski (Yugoslavia, 1990), el primer jugador supo detectar los elementos vulnerables en la posición negra, y aprovechando muy bien el turno de juego, impuso un ritmo frenético hasta forzar con brillantez el abandono del rival.