Estrellas de la bolsa
Las socimis han sido un año más la principal novedad del mercado
Las socimis (sociedades anónimas cotizadas de inversión inmobiliaria) han sido una parte importante de la actividad de la bolsa española en el 2018”, apuntó Antonio Zoido, presidente de las Bolsas y Mercados Españoles (BME) a finales de año. “Un año más –y ya son cinco– las socimis se han constituido en instrumento indispensable para impulsar la reactivación de un sector, el inmobiliario, que fue uno de los grandes damnificados de la crisis”, aseguró.
Las cifras lo demuestran. El sector del ladrillo pasó de tocar máximos con un 6,6% de la capitalización bursátil española (51.139,40 millones) en enero del 2007 a derrumbarse hasta el 1,1% en mayo del 2012 (3.619 millones). A finales de noviembre del 2018 –recoge el informe de BME del año pasado–, el sector inmobiliario, con las socimis incluidas, valía en bolsa 28.019 millones. Mucho de ese valor (23.606,8 millones) se encuentra recogido en las 70 empresas que operan en estos momentos a través de este vehículo inversor. A lo largo del 2018 se han incorporado 20 nuevas empresas, una al mercado continuo y 19 en el mercado alternativo bursátil (MAB). En estos momentos, en el mercado continuo cotizan Colonial (que el 9 de julio absorbió a Axiare), Merlín Properties, Hispania Activos Inmobiliarios, Lar España y Arima Real Estate, que se incorporó el 23 de octubre. Pero el auge de las socimis, sobre todo en el MAB, no tiene freno. El pasado 31 de diciembre empezaron a cotizar en este mercado dos ( Arrienda y Vivenio); Euripo lo hizo el 2 de enero de este ejercicio y otras tres compañías (Urban View Development Spain, Inmobiliaria Park Rose Iberoamericana y Almagro Capital) ya cuentan con informes favorables para sumarse al mercado.
José García Montalvo, catedrático de Economía de la Universitat Pompeu Fabra, afirma que el auge de las socimis se debe a tres motivos. “Por el auge del alquiler, por las ventajas fiscales y porque muchas empresas tradicionales se han convertido en socimis”. Es más, este experto recuerda que “hasta la Sareb (el banco malo) ha creado una por las ventajas que conlleva su funcionamiento”.
Entre las características de estos vehículos de inversión destaca que deben tener el 80% de sus inmuebles en régimen de alquiler. Y el más importante: tributan al cero por ciento en sociedades.
En opinión de Joaquín Maudos, “el crecimiento de este negocio se debe a la intensa recuperación de la economía y de la renta disponible desde mediados del 2013; así como al drástico ajuste del precio de los activos inmobiliarios, tras el pinchazo de la burbuja”. Este experto en finanzas también considera que “las ventajas fiscales, el apetito del capital extranjero por invertir en España y los tipos de interés en mínimos históricos son factores que han contribuido a que la financiación sea muy barata y que el capital busque alternativas con mayor rentabilidad, como las socimis”.
El nuevo vehículo inversor capitaliza 28.019 millones y en el 2018 se incorporaron 20 nuevas empresas