El relevo: ingenieros, físicos, arquitectos y economistas
“Lo importante es tener el número adecuado de profesores de matemáticas y que esas personas tengan conocimiento suficiente de esta materia, no que sean graduados en Matemáticas”, asegura el director general de Professorat de la Generalitat. También Iolanda Guevara resta dramatismo a la falta de matemáticos en Secundaria: “Si ellos se van a la empresa, tendremos profesores de otras titulaciones que tienen contenido en matemáticas”. De hecho, ya están llegando muchos, sobre todo ingenieros. De los 90 que cursaron el máster de las universidades catalanas para profesor de matemáticas en el curso 2017-2018, quince eran graduados en matemáticas, quince en física, y los 60 restantes ingenieros, arquitectos y economistas. Porque para realizar este máster basta con ser licenciado o graduado en la rama de ciencias, ciencias sociales (ámbito de economía), ingeniero o arquitecto y superar una prueba de conocimientos matemáticos, prueba de la que están exentos los titulados en matemáticas, física, estadística, informática o cualquier ingeniería, y quienes hayan cursado al menos 40 créditos de matemáticas.
La mayoría de expertos opina que estos profesores no matemáticos pueden ser muy buenos enseñando la asignatura si tienen vocación y adquieren conocimientos de didáctica para transmitir el interés y el gusto por las matemáticas. Pero no faltan matemáticos que critican que los titulados en otras carreras no tienen la preparación necesaria “para enseñar matemáticas y razonamiento matemático de verdad” porque han trabajado más los procedimientos que los conceptos, “y no transmiten el mismo amor y entusiasmo por la materia”. “A grandes rasgos es cierto que quien ha estudiado matemáticas está mejor preparado y predispuesto, pero hay excepciones, porque hay matemáticos que no empatizan con sus alumnos porque cuando ellos estudiaban les gustaban las matemáticas y se les daban bien y no entienden que sus alumnos no las comprendan”, responde Jordi Deulofeu.