“El rechazo es fruto de malas experiencias”
Guido Ramellini, vicepresidente del Museu de Matemàtiques
Guido Ramellini (Milán, 1952) es fundador y vicepresidente del Museu de Matemàtiques de Catalunya, el único existente en España y uno de los veinte del mundo. Fue creado por un pequeño grupo de profesores de matemáticas empeñados en enseñar la materia de una manera lúdica ante el fracaso escolar. El afán de Ramellini –que ha bebido de los fundamentos de Montessori, Piaget, Vigotski, Decroly, Freudenthal, Pestalozzi y Emma Castelnuovo– es mejorar la educación matemática desde la perspectiva de las actividades de experimentación (como los escape rooms) y del trabajo con materiales. No para divertir sino para emocionar, que es un sentimiento más perdurable. Por la institución de Cornellà de Llobregat pasaron en el 2018 casi 100.000 estudiantes y multitud de docentes. El pasado octubre se celebró la tercera edición del congreso Matrix, organizado por el National Museum of Mathematics de Nueva York, que congregó a más de 200 matemáticos de todo el mundo.
¿Por qué es tan difícil enseñar matemáticas?
No es difícil. Lo difícil es hacer que gusten a los alumnos y que las entiendan. Porque siempre ha imperado un método basado en aprender, sí o sí, conceptos abstractos, que poco tenían que ver con la realidad o con el gusto por resolver enigmas y problemas, por proponer preguntas y por investigar. “El juego es la forma más alta de investigación”, decía Einstein
¿Existe una falta de competencia en algunos niños para aprenderlas? Como en todo, hay quien tiene más propensión y otros menos o que no encuentran satisfacción a sus inquietudes. Pasa con la música o con la literatura. De hecho, en niños pequeños no hay un rechazo. El rechazo es fruto de malas experiencias, frustraciones, abandono delante de las primeras dificultades… Yo digo que hay dos tipos de personas: las que les gustan las mates y la que aún no saben que les gustan.
¿Qué debe saber un buen profesor de matemáticas?
Lo mismo que un buen profesor de cualquier disciplina: ofrecer distintas experiencias, retos, pruebas, trabajos… para que el mayor número de sus alumnos encuentren su puerta hacia el mundo. Nos gustan cosas diferentes y nos satisfacen experiencias diversas. Antes o después nos topamos con una dificultad que no sabemos superar solos. Se necesita ayuda, colaboración y empatía.
¿Qué nuevas metodologías triunfan ahora mismo?
Trabajar por proyectos (juntar y enriquecer los temas), a partir de problemas reales o retos que sean motivadores, usando materiales (reales o virtuales), promoviendo
el trabajo en el grupo, compartiendo investigaciones.
¿Debe reciclarse el profesorado?
Lo importante es que no venga impuesto desde la administración, sino que nazca de una exigencia real del profesorado para responder a las inquietudes de su alumnado y a los desafíos de una realidad en continua y rápida transformación.
¿Tienen que divertir las matemáticas?
No tienen que divertir sino emocionar, seducir. Hay que educar de otra manera, eso es verdad, pero el objetivo no es pasarlo bien sino aprender. Aquí intentamos estimular la matemática intuitiva que todo el mundo tiene en su cabeza y
que con frecuencia las escuelas han matado con su formalismo. Hemos tenido muchas veces niños que decían “¿esto son matemáticas?; no sabía que me gustaban”.
¿Existen diferencias de género en el aprendizaje?
Vemos actitudes diferentes entre chicos y chicas. Cuando proponemos una actividad, los chicos suelen ponerse en primera fila, listos para competir. Pero pronto se ve que las chicas son las animadoras de la clase porque saben comunicarse, juntarse y colaborar. Las chicas terminan cohesionado a todos. Pero en realidad, más que entre hombres y mujeres, las diferencias se encuentran entre centros con una metodología clásica o una moderna.
¿Qué ofrece el Museo de Matemáticas a los docentes?
Diría que lo primero son las emociones. Empezando por el gusto personal a enfrentarse a retos (nunca es demasiado tarde para tener una infancia feliz). El paso siguiente es el descubrimiento de actitudes en sus alumnos que desconocían y que se revelan en un ámbito diferente del aula. No podemos ofrecer cursos de formación con la continuidad necesaria pero hacemos formación abierta, preparamos exposiciones itinerantes, investigamos en materiales... Venimos del mundo de la escuela y me parece que conocemos bastante bien las necesidades de unos profesionales que a veces necesitan redescubrir la belleza de su trabajo y el gusto de investigar cómo hacerlo mejor.
METODOLOGÍAS
“Hay que educar de manera lúdica, pero el objetivo no es pasarlo bien sino aprender”