El Espanyol sorprende al Barça en el derbi femenino (0-0)
Las azulgrana fallan un penalti y ceden un empate ante el Espanyol
Sale más caro invitar a comer a jugadoras de fútbol que pagarles unas vacaciones. Siempre tienen hambre. De goles, claro. Pero las hambrientas integrantes del Barça se atragantaron ayer en casa con el roscón de Reyes. El Espanyol les dejó de regalo el haba y un 0-0. Las blaugrana son las únicas que siguen invictas en la Liga, aunque con este ya suman tres empates y 42 puntos. El resultado las deja en una posición equidistante entre las líderes del Atlético de Madrid (45) y las terceras en discordia, el Levante (39).
Las madrileñas han ganado todos sus partidos, menos el del Miniestadi. El Barcelona tiene que devolverles la visita, en un partido que se prevé casi tan complicado como el del próximo sábado contra el Levante. Otro tropiezo podría resultar definitivo.
A pesar de que no hubo goles, fue un partido eléctrico. Los primeros minutos parecían vaticinar un nuevo monólogo blaugrana. En los tres primeros derbis de esta temporada (en la Supercopa, Liga y Copa de la Reina) el Barcelona cosechó tres victorias aplastantes, con un saldo global de 12 goles a 0. En esta ocasión, sin embargo, las periquitas no recibieron ningún gol tempranero y, a medida que transcurría el partido, vieron como crecía su confianza en sí mismas. Tanto es así que minutos antes del descanso Eli tuvo el 0-1 en sus botas, aunque Sandra Paños desvió lo que ya parecía gol. La segunda parte estuvo más igualada y se sucedieron las ocasiones de una y otra parte. Pero la suerte sonrió esta vez al Espanyol. En el minuto 70 se señaló un penalti en el área blanquiazul por unas manos de la capitana, Inés Altimira. La capitana del otro equipo, Vicky Losada, engañó a la portera, pero su disparo rebotó en el palo. Ainhoa Marín, que con su salida revolucionó al Espanyol, pudo decidir el derbi poco después. También pudieron hacerlo Alexia Putellas y Mariona Caldentey para el Barça, pero la guardameta visitante, Mariajo, estuvo muy acertada.
“Nos ha faltado precisión y ritmo, aunque no tengo nada que reprochar a mis jugadoras”, dijo Fran Sánchez, el técnico blaugrana. Su colega del Espanyol, Joan Bacardit, se felicitó por el resultado, pero recalcó que este punto “no sirve de nada si no rematamos la faena y ganamos la próxima jornada en casa al Valencia”.
Las gradas presentaron una buena entrada. El fútbol femenino demuestra cada vez más su poder de atracción. Las razones son diversas: la creciente profesionalización, la apuesta de las teles y la de los patrocinadores. Pero la eclosión de la Liga Iberdrola no se comprendería sin personas como Cristina Espigares, de 34 años. Su padre es del Madrid, pero su abuelo es culé y ella es la jugadora número 12 del Barça.
Sus cánticos galvanizan al público. Tiene fotos con todas las jugadoras. Sandra Paños y Mapi León son sus preferidas. No se ha perdido ni un partido esta temporada, incluidos los desplazamientos (salvo el Huelva-Barça, que coincidió con su cumpleaños). Cris del Mini, como también la conocen, recuerda que de niña jugó en todos los equipos infantiles de su barrio, el Carmel, pero su afición no pudo ir a más “porque mi madre creía que el fútbol era un deporte de chicos”. Ahora se saca la espinita cada semana.
El tercer empate a cero de la temporada aleja al Barça del Atlético y lo acerca al Levante