De crisis en crisis
La Real Sociedad gana en el Bernabeu y abre la segunda depresión de la temporada
El Madrid perdió con la Real Sociedad y dejó a Santiago Solari en zona de gravísimo riesgo. El equipo blanco empeora la situación que tuvo con Lopetegui en un partido que recordó mucho la peor etapa del vasco. No le salió nada en el Bernabeu. Probablemente no mereció perder por dos goles pero para que lo hiciera se tuvieron que juntar los mismos factores que acabaron con Lopetegui: mal juego, desperdicio de ocasiones claras, mala suerte, tiros propios en el pie, como la expulsión de Lucas Vázquez y errores arbitrales en su contra, el más clamoroso un claro penalti no pitado a Vinicius.
Todo eso formó un cóctel explosivo que se convirtió en un regalo de reyes envenenado para el madridismo, auténtico carbón que despobló las gradas a diez minutos del final, un Bernabeu que registró de inicio 53.000 espectadores, la segunda peor entrada de la temporada, síntoma y reflejo del desencanto del madridismo con su equipo.
Lo malo para el socio blanco es que los partidos del Madrid empiezan a parecerse todos como una mala fotocopia. El equipo de Solari no mejora y sigue con los mismos defectos, juegue quien juegue y tenga delante el rival que tenga. Este Madrid tiene muchos problemas pero el menor no es precisamente su puesta en escena. Si con Cristiano era prácticamente salir de inicio con 1-0 a favor, ahora no hay día que no reciba un gol enseguida, lo que obliga a los blancos a remar aguas arriba cuando precisamente no están muy sobrados de nada, y menos de gol. Si en Villarreal el gol les cayó al tercer minuto de juego, ayer empeoraron tan triste registro. Al minuto y poco ya había hecho penalti Casemiro en otro error marca de la casa de Marcelo, pitado desde muy pronto por el Bernabeu, harto ya de su pésimo estado de forma y sus continuos cantes defensivos. El gol donostiarra vino precedido de un mal pase de Marcelo. Casemiro llegó para arreglarlo de mala manera e irrumpió como toro en cacharrería, llevándose por delante a Merino. La pena máxima la ejecutó Willian José.
Obligado a remontar, el Madrid se pasó todo el primer tiempo como dueño del balón, pero creó muy pocas ocasiones de gol. Lo mejor fue el peligro que llevó por su banda Vinicius, sustituto del lesionado Bale. El joven brasileño le puso un balón de gol facilísimo a Benzema y este, con todo a favor, desvió demasiado su remate. Otro mano a mano desperdiciado por Vinicius ante Rulli y un centro chut de Lucas al palo fue toda la producción ofensiva del Madrid antes del descanso.
La segunda parte sólo le trajo al Bernabeu imprecisiones y nervios. El Madrid mantuvo el balón pero la Real ahora contragolpeó. Para acabar de matar a su equipo Lucas Vázquez se hizo expulsar de la forma más absurda al cometer una falta de tarjeta sobre Merino cuando ya tenía una. En su camino a los vestuarios se rasgó la camiseta como signo de frustración. Con todo, el Madrid pareció renacer un poco cuando con uno menos encerró a la Real en su área en un conato de coraje. A Vinicius le hizo un penalti que pareció claro Rulli al derribarle en el área pero ni el árbitro, muy silbado toda la noche, ni el VAR quisieron enterarse.
En plena zozobra blanca una contra de la Real terminó en cabezazo a la red de Rubén Pardo, el segundo gol que mataba el partido. El público del Bernabeu tomó las de Villadiego. Ya no se quedó casi nadie ni para sacar pañuelos ni para pedir dimisiones.
VUELTA A LAS ANDADAS
La afición local, que protestó al árbitro, acabó entre la deserción y el abucheo; Solari lo tiene crudo