Cs advierte que no cederá en nada para contentar a Vox
OeCiudadanos blinda su pacto con el PP para la investidura andaluza oePopulares y ultras se reúnen hoy para intentar limar las asperezas
Ciudadanos volvió a advertir ayer al PP de que no está dispuesto a tocar “ni una coma” de su pacto de gobierno en Andalucía para contentar a Vox. Un mensaje que llega horas antes de que PP y Vox se reúnan hoy para tratar de limar sus discrepancias.
En esta tesitura, populares y liberales han empezado presionar a los de Santiago Abascal para que acepte votar la investidura de Juan Manuel Moreno a la Junta de Andalucía sin hacer concesiones previas. O de lo contrario, llevarán su acuerdo a la Cámara andaluza y que Vox se “retrate” votando junto a PSOE y Podemos en contra del “cambio en Andalucía”.
Ahora mismo, y a la espera de que el secretario general del PP, Teodoro García Egea, y el de Vox, Javier Ortega Smith, se reúnan hoy, los tres partidos se han enfrascado en una pugna de ideas, pero también de símbolos y de imágenes. La realidad es que Vox busca repetir con Cs la fotografía que sí obtuvo con el PP de la rúbrica de un acuerdo para la Mesa andaluza, en la que Vox obtuvo un puesto, con un argumento claro: “No les vamos dar el gobierno gratis”. Justamente es esa imagen junto a Vox de lo que quiere huir Cs, que, por el contrario, presionan con otra fotografía que consideran puede ser muy dañina para Vox: la de su voto junto a PSOE y Podemos en contra de la investidura de Moreno como presidente de la Junta. “Si quieren evitar el cambio en Andalucía que se retraten”, señalan en Ciudadanos.
Cs quiso lanzar ayer una nueva advertencia preventiva al PP horas antes de que los populares se reúnan con Vox: “No aceptaremos que se toque ni una coma del acuerdo de gobierno”. Cs sigue rechazando que los de Abascal modifiquen el programa de Gobierno andaluz pactado con el Partido Popular.
Con este clima, los secretarios generales del PP y Vox se verán hoy para limar asperezas. Según las fuentes de la dirección consultadas, el PP no va a hacer ninguna oferta concreta al partido de Abascal. La estrategia del PP pasa por aumentar la presión hacia Vox, subrayando las consecuencias que tendrían que este partido no apoyara al candidato popular. Se trata de aumentar la presión para que Vox le dé un apoyo “gratis”, simplemente para que no gobierne el PSOE, pero con la promesa de que una vez que arranque la legislatura podrían abordar los
Populares y liberales apuestan por llevar su acuerdo al Parlamento y que Vox decida si vota con Podemos y PSOE
asuntos que reclaman, como una reforma de la ley contra la violencia de género.
El PP se ampara en que la competencia es del Estado y la ley contra la violencia de género, de la que dependen los desarrollos de las que hagan las comunidades autónomas, es estatal, por lo que ofrece un debate “sosegado” en el Congreso, y no un intercambio de opiniones en Twitter.
El secretario general del PP, Teodoro García Egea, subrayó ayer, en declaraciones a Telecinco, que el asunto de la violencia de género “merece el rigor de un estudio sosegado y de un debate parlamentario que en este momento no estamos en disposición de adoptar”. Por eso considera que lo que hay que hacer es trabajar y estudiar posibles modificaciones en el Congreso, con el ánimo de que “toda ley se puede mejorar”.
Con este planteamiento en uno de los asuntos de los que Vox ha hecho bandera, al número dos del PP sólo le queda presionar al partido de Abascal con lo que ocurriría si no apoya la candidatura de Moreno: “Quien no sepa estar a la altura va a pasar a la historia como aquel que malogró el cambio”, dijo García Egea, que insistió a Vox en que “tenemos que estar a la altura de las circunstancias”, porque “es mejor cambiar a Susana Díaz de la Junta que cambiar una coma en un documento”.