Vecinos del Maresme se organizan ante la ola de robos en casas
Los vecinos de varias poblaciones del Maresme han decidido organizarse por su cuenta ante la oleada de asaltos en viviendas y la escasez de efectivos policiales. Los residentes piden cámaras con fines disuasorios.
Patrullas de vigilancia o grupos para detectar sospechosos suplen la escasez de policías
La oleada de robos a viviendas que sufren las poblaciones del Maresme y la falta de efectivos de seguridad para paliar este tipo de delincuencia propicia que los vecinos se organicen por su cuenta. En algunos casos montan patrullas de vigilancia, en otros imaginativas campañas paque ra detectar a los sospechosos y casi siempre con listas de Whatsapp para activar las alertas. Los robos a domicilios en esta comarca han aumentado más de un 17% en dos meses.
Como ya sucediera hace cuatro años, los conocidos como ladrones emboscados –por vigilar desde la zona boscosa las viviendas de sus víctimas– vuelven a actuar en el Maresme aprovechando los meses con menos horas de luz solar. Un 70% de estos delincuentes pertenecen a bandas del Este que asaltan viviendas aisladas, aunque también se dan casos de robos en casas del centro urbano, como ha sucedido en Vilassar de Dalt.
La presión policial, que a causa de la falta de efectivos se limita a controles esporádicos en los accesos y algunos viajes del helicóptero equipado con una cámara térmica sobrevolando las zonas boscosas, hace desplazar a las bandas de asaltantes hacia el norte.
A los vecinos de Sant Cebrià de Vallalta les sorprendió el grado de sarcasmo de unos ladrones cuando fueron sorprendidos en el interior de una casa. Se declaran okupas y claman por sus derechos para evitar la policía les detenga y se limite a notificar el allanamiento tras proceder a su identificación.
Ante la impunidad, los vecinos se organizan y dan la alerta a la policía local, pero en la mayoría de las situaciones critican que se actúe con menos celeridad de la que sería necesaria. En poblaciones pequeñas