Sánchez arranca el nuevo curso sin lograr despejar la incógnita electoral
Cobra peso la opción de generales en octubre, sin poder descartarse aún otras fechas
“A partir de aquí a 54 días, ya cualquier domingo puede ser”. Los escenarios para las próximas elecciones generales están tan abiertos que nadie en la Moncloa se atreve a poner la mano en el fuego ni a pillarse los dedos en una fecha, más allá del plazo mínimo de convocatoria de esos 54 días que dictamina la propia ley electoral. “Pero la decisión no está tomada”, insisten los asesores de Pedro Sánchez en la presidencia del Gobierno.
El propio Sánchez reunirá hoy en Ferraz a la ejecutiva federal del PSOE para abrir el nuevo curso político. Pero varios de sus miembros coinciden en que el nuevo año arranca igual que acabó el pasado ejercicio: con la misma incógnita aún por despejar sobre cuándo serán las próximas elecciones generales. Todos los escenarios siguen abiertos, y no se descarta nada, pero dirigentes del PSOE, afines y críticos con Sánchez, también coinciden en señalar que cobra peso la opción de que los comicios se celebren el próximo otoño, en concreto, en el mes de octubre. “Cada vez más octubre que mayo”, auguran.
Se alejaría así la hipótesis del “superdomingo electoral” del 26 de mayo, en la que a las elecciones municipales, autonómicas y europeas se sumarían las generales. Así lo defendieron los miembros del Gobierno y de la ejecutiva del PSOE que desde el mismo día en que Sánchez ganó la moción de censura que tumbó a Mariano Rajoy apostaron por un mandato muy breve, en el que sacar adelante “dos o tres” medidas muy simbólicas, por ejemplo la exhumación de Franco y la recuperación de algunos derechos y libertades a su juicio cercenados durante la mayoría absoluta del Partido Popular, y llamar de nuevo a las urnas para aprovechar el impulso político y electoral que otorgó su llegada a la Moncloa.
Pero muchos de los presidentes autonómicos y alcaldes de referencia del PSOE que en mayo optarán a la reelección, no sin grandes dificultades, rechazaron tajantemente la idea de compartir sus propios comicios con las elecciones generales. Y ahora celebran que la hipótesis del “superdomingo electoral” pierda fuelle. “¡Sería lo mejor para todos!”, aseguran desde varios gobiernos autonómicos socialistas. “Lo venimos diciendo desde hace meses”, recuerdan.
La ya inminente y más que probable salida de Susana Díaz de la presidencia de la Junta de Andalucía tras las elecciones del pasado 2 de diciembre, después de 36 años de mandatos socialistas ininterrumpidos, alteró no obstante todas las previsiones y proyecciones. Dirigentes del PSOE aseguran que la caída del hasta ahora feudo andaluz obligó a Sánchez a descartar toda precipitación de las elecciones generales. “¡Ahora ya no adelanta ni loco!”, dieron por hecho. Y es la misma circunstancia que consideran que sigue alejando la posibilidad de convocar las generales en mayo o incluso en marzo: “Tras Andalucía, Sánchez necesita tiempo”.
La caída electoral del PSOE en Andalucía también disparó todas las alarmas en los presidentes autonómicos socialistas que optan a la reelección en mayo. Pero ninguno tira la toalla. “Seguro en la vida no hay casi nada, pero tenemos bastantes expectativas de ganar, y ganar bien”, aseguran en el equipo del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page. En su caso, y pese a que ahora gobierna con Podemos, tampoco se descartan pactos postelectorales o de gobierno con Ciudadanos. “Son posibles ambas opciones”, admiten. En el Ejecutivo aragonés de Javier Lambán, que gobierna con la Chunta y el apoyo de Podemos, también resaltan la gestión realizada desde el 2015. “Pero hay que ver cómo afectará el debate nacional. Estamos en una buena situación, pero esto cambia cada día, es todo volátil”, advierten.
ESCENARIOS MUY ABIERTOS
Afines y críticos con Sánchez apuntan a otoño como fecha más probable para las urnas
Que el PSOE pueda salvar los muebles en las autonómicas, y si no incrementar al menos mantener su actual poder territorial, o sufrir otra hecatombe electoral como en Andalucía, apuntan otros dirigentes, “dependerá de lo que ocurra en estos próximos meses”.
El escenario político cambia a gran velocidad, e invita a Sánchez a replantearse estrategias. En este sentido, tras el debate disparado por Vox que augura grandes movilizaciones feministas en defensa de los derechos de las mujeres contra la violencia machista, algunos sectores socialistas barajan también ahora el adelanto de las elecciones generales a marzo. La tesis es que la oposición feminista a las imposiciones de Vox al pacto del PP y Cs para gobernar en Andalucía podría im-
CALENDARIOS ALTERNATIVOS
La marea feminista puede movilizar el voto progresista ante unos comicios en marzo
pulsar una notable movilización del voto progresista si se convocasen los comicios generales justo después del día de la Mujer del próximo 8 de marzo. Aunque diferentes dirigentes del PSOE también consideran muy precipitado este escenario electoral, que obligaría a disolver las Cortes y convocar las elecciones ya el mes que viene.
Porque también será determinante para establecer el posible calendario para las elecciones generales el futuro que corra el proyecto de presupuestos generales del Estado para este 2019, que Sánchez quiere que el Consejo de Ministros apruebe este mismo mes de enero. “Si hay presupuesto, nos vamos al 2020”, aseguran los fieles a Sánchez. Si no lo hay, el propio presidente del Gobierno asumió ya que no lograría agotar la legislatura. Pero, entre tanto, lo que ERC y el PDECat sí pueden permitir, según confían en el Gobierno, es que los presupuestos aborden su tramitación parlamentaria si superan las enmiendas a la totalidad que presentarán el PP y Cs, lo cual también brindaría varios meses de margen a Sánchez para ir definiendo el calendario electoral definitivo.
Por lo pronto, el secretario de organización de Podemos, Pablo Echenique, reclamó ayer al Gobierno que les haga llegar “un borrador” del anteproyecto de ley de presupuestos antes de que lo apruebe en el Consejo de Ministros y lo remita al Congreso, para evitar “incumplimientos” del acuerdo que firmaron en octubre, como los que ya aseguró que se están produciendo. “Hay elementos de fricción. Ya sabíamos que el PSOE y Podemos tenemos proyectos de país diferentes, y que iba a haber resistencias, pero hay un acuerdo firmado y se tiene que cumplir”, defendió Echenique a Europa Press. “Esperamos que todos esos incumplimientos se subsanen para que pueda haber presupuestos”, advirtió el dirigente de la formación morada.
El líder del PSC, Miquel Iceta, reprochó ayer por su parte al vicepresidente del Govern, Pere Agaronès, que afirme que no darán un cheque en blanco para respaldar los presupuestos generales del Estado, ya que las cuentas “son números con compromisos cuantificados” y contienen más recursos para Catalunya. “Encontramos absurdo que se nieguen a la aprobación de unos presupuestos que mejoran la vida de los catalanes, y un error político de gran calado”, alertó Iceta. Y el secretario general de Units per Avançar, Ramon Espadaler, advirtió a su vez al PDECat y ERC que “les costará más justificar” un voto contrario a los presupuestos del Estado que uno favorable, “porque son más recursos para Catalunya y más capacidad financiera para el Govern”.