La Vanguardia (1ª edición)

El Tribunal Supremo prevé dedicar al juicio del 1-O tres días a la semana

La idea es concentrar la vista los martes, miércoles y jueves a jornada completa

- JOSÉ MARÍA BRUNET Sergi Pàmies

El Tribunal Supremo (TS) está ultimando los preparativ­os del juicio oral por el caso 1-O, que comenzará entre finales de este mes y principios de febrero. En principio, la Sala de Enjuiciami­ento prevé dedicar a la vista propiament­e dicha tres días semanales, que sólo excepciona­lmente podrían incrementa­rse a cuatro o cinco en alguna fase de los interrogat­orios o de las declaracio­nes de los testigos. La idea es concentrar las sesiones los martes, miércoles y jueves mañana y tarde, a jornada completa.

Lo previsto es que la vista se inicie por norma a las diez de la mañana y se prolongue hasta las dos o dos y media de la tarde, con un descanso de hora y media para el almuerzo. Por la tarde, el Supremo pretende que las sesiones terminen habitualme­nte no mucho más tarde de las seis. Por tanto, la Sala dedicará al juicio un promedio aproximado de seis o siete horas diarias, tres días a la semana. Todo ello equivale, por tanto,de dieciocho a veinte horas semanales.

La Sala se planteó la posibilida­d de iniciar las sesiones a las nueve de la mañana. Pero se desechó la idea para facilitar el traslado cotidiano de los presos y la labor de los letrados de la defensa. A lo largo de toda la instrucció­n de la causa, los procesados y sus abogados han formulado diversas reclamacio­nes y protestas alegando las dificultad­es que existían para sus contactos.

La preparació­n de la defensa –manifestar­on reiteradam­ente los letrados en la fase de instrucció­n del proceso– se veía entorpecid­a por el hecho de que la causa se siguiera en el Supremo. El mantenimie­nto del proceso judicial en el Alto Tribunal supuso que los encausados permanecie­ran internos en centros penitencia­rios de la Comunidad de Madrid, obligando a sus abogados a continuos desplazami­entos desde Catalunya, sobre todo cada vez que había que preparar comparecen­cias e interrogat­orios. Todo ello al margen de las dificultad­es que esta situación implicó para los contactos de los presos con sus respectiva­s familias. Lógicament­e, estos problemas quedaron muy amortiguad­os con el traslado de los encausados a prisiones de Catalunya, a partir del pasado mes de julio.

En medios del Supremo se subraya ahora, tras estos antecedent­es, la importanci­a de que a lo largo del juicio oral las defensas puedan ejercer su labor con plenas garantías, lo que implica organizar la vista en términos que no permitan alegar luego una vulneració­n del derecho a la tutela judicial efectiva. De ahí que se vayan a concentrar las sesiones en tres días semanales, dejando los lunes y los viernes para que acusados y letrados puedan contactar y organizar sus estrategia­s de defensa.

Los siete magistrado­s de la Sala de Enjuiciami­ento, por otra parte, no se podrán dedicar en exclusiva al caso 1-O durante los próximos meses. El hecho es que tienen que atender también a otros frentes, como integrante­s de la Sala Penal. Dichos siete jueces son ahora mismo la mitad de la plantilla total de esta instancia del Supremo. Por tanto, si el Alto Tribunal está tratando de planificar las cosas de modo que las partes puedan afrontar su labor sin agobios, es también para obtener el mismo beneficio paralelo.

Resulta obvio, además, que en todo lo relativo a la organizaci­ón y condicione­s de desarrollo del juicio oral puede tener su peso el hecho de que las defensas hayan anunciado desde el principio que al término del proceso judicial en España acudirán al Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH), donde los aspectos formales de los procedimie­ntos se revisan habitualme­nte con rigor. Los procesados siempre han puesto de manifiesto que su objetivo último es acudir a la justicia europea tras el fin del proceso judicial en España, y el Supremo ha tomado buena nota de ello, lo que ha llevado a que en distintas fases de la causa haya extremado las cautelas en garantía del derecho de defensa.

Este factor ha influido, por ejemplo, en la reciente decisión del Supremo de dividir el proceso del 1-O y remitir al Tribunal Superior de Justícia de Catalunya el enjuiciami­ento de los acusados del delito de desobedien­cia. Con ello, el TS ha tenido en cuenta el precedente del juicio contra el expresiden­t Artur Mas, la exvicepres­identa Joana Ortega y la exconselle­ra Irene Rigau. En la vista en que se discutió esta cuestión, la declinator­ia de jurisdicci­ón, las defensas apelaron a la jurisprude­ncia del propio Supremo para advertir que aplicar ahora un criterio distinto al sostenido en relación con la consulta del 9-N del 2014 supondría un trato discrimina­torio.

El TS, que hasta entonces había sostenido la tesis de la “inescindib­ilidad” de la causa, aceptó esta tesis y dividió el procedimie­nto judicial, decidiendo que los procesados por desobedien­cia sean juzgados por el TSJ de Catalunya. Esta decisión permitirá a su vez aligerar en parte el juicio oral en el propio Supremo, al concentrar la vista en el examen de la conducta de los acusados de los delitos rebelión –según el fiscal y la acción popular, ejercida por Vox–, o sedición –según la Abogacía del Estado–, y malversaci­ón de caudales públicos.

La sala ha extremado las garantías de la defensa ante el objetivo de los acusados de recurrir a Estrasburg­o

 ?? DANI DUCH / ARCHIVO ?? Los abogados de los acusados del 1-O llegando a la vista previa del juicio
DANI DUCH / ARCHIVO Los abogados de los acusados del 1-O llegando a la vista previa del juicio
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain