Ghosn se defenderá hoy, en público, ante la justicia nipona
El aún patrón de Renault tiene diez minutos para dar su versión
Carlos Ghosn dispone hoy de diez minutos para tratar de huir de la pesadilla en la que está atrapado desde el pasado 19 de noviembre. El aún presidente de Renault, de 64 años, podrá dar su versión ante un tribunal de Tokio, por primera vez en público y con presencia de la prensa. Se espera que rebata las acusaciones de graves irregularidades financieras ante el fisco japonés y ante la propia Nissan, la compañía que también dirigía y que, junto a Renault y Mitsubishi, forma el grupo automovilístico más potente del mundo.
El alto ejecutivo, nacido en Brasil en una familia de cristianos libaneses, comparecerá ante los magistrados con ropa de recluso, esposado y con una cuerda alrededor de la cintura. Será una humillación adicional para quien fue uno de los capitanes industriales más admirados del planeta, hasta ese lunes fatídico de noviembre, el día de su arresto, cuando aún no había bajado del jet corporativo tras aterrizar en el aeropuerto de Haneda.
Anthony Ghosn, el hijo pequeño del detenido, declaró a Le Journal du Dimanche que su padre “resiste” las duras condiciones carcelarias aunque ha perdido una decena de kilos. Según el diario Les Echos, hace unos días el reo fue trasladado a la enfermería de la prisión de Kosuge, el centro penitenciario en el que se halla desde el principio y que comparte con decenas de condenados a muerte a la espera de su turno con la horca.
Pese al desgaste anímico, el hijo de Ghosn y sus abogados confían en que la audiencia pública pueda dar un vuelco al caso. No sólo es importante desde el punto de vista jurídico sino también mediático, de imagen, ya que, hasta ahora, las acusaciones de la justicia y los reproches de Nissan han dominado el relato, convirtiendo al ejecutivo en culpable antes de juicio. “Pienso que todo el mundo estará muy sorprendido al oír su versión de la historia”, anticipó Anthony Ghosn.
La audiencia judicial de hoy al jefe de Renault se produce en virtud del artículo 34 de la Constitución japonesa, el cual estipula que cualquier detenido puede pedir que le expliquen el motivo preciso de su encarcelamiento durante una audiencia pública ante el tribunal. Ghosn lleva ya tres periodos de detención preventiva consecutivos por otros tantos presuntos delitos. El último de los arrestos vence el próximo viernes. En teoría podría ser puesto en libertad bajo fianza, a no ser que le achaquen más delitos y vuelva a purgar otras tres semanas de arresto, o que la Fiscalía convenza al juez de que debe seguir en la cárcel.
La investigación se ha ampliado, con filtraciones –algunas de la propia Nissan– a la prensa japonesa. Al principio se achacaba a Ghosn haber enmascarado parte de su salario real. Luego afloraron dudosas prácticas como sueldos a familiares por trabajos ficticios o la compra, a cargo de filiales del grupo, de viviendas en Beirut, Rio de Janeiro y otras capitales para uso del presidente. También se le acusa de haber derivado hacia la compañía sus pérdidas en inversiones privadas. Nissan está bajo la lupa de la justicia, por complicidad en un turbio entramado contable. Según el Financial Times, los fiscales japoneses indagan sobre al menos dos altos ejecutivos fieles a Ghosn. Uno de ellos, José Muñoz, con responsabilidad sobre el mercado chino, fue relevado abruptamente de sus funciones. Al parecer se habrían detectado irregularidades de Muñoz en contratos con proveedores cuando el ejecutivo se ocupaba del mercado mexicano y estadounidense.
La detención de Ghosn ha levantado grandes suspicacias en Francia. Al margen de que se sustancien delitos, existe la sospecha de una lucha de poder, empresarial y política, ya que Nissan –cuyo 43,4% de acciones pertenece a Renault– siente que su peso hoy, en facturación y ventas, no se corresponde con su papel subordinado dentro del grupo, fruto de una estructura de propiedad forjada hace veinte años cuando Nissan era más pequeña que Renault, al borde de la quiebra, y fue salvada por Ghosn y sus hombres.
El ejecutivo, preso desde noviembre, comparecerá esposado y con una cuerda alrededor de la cintura