Podemos, batalla en femenino
Irene Montero reaparece hoy en un gran acto feminista en Madrid
Dicen los que creen en la suerte que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, la tiene por arrobas. Que incluso en las peores coyunturas políticas y personales, la actualidad, la casualidad o su inclinación a la audacia acababan por colocarlo de nuevo, tras dar varios trompos, en el centro de la calzada y orientado en la dirección de la marcha. Un capricho del azar parece de nuevo el reparto de su baja de paternidad con su pareja, la portavoz parlamentaria y número dos de Podemos, Irene Montero, que regresa hoy a la actividad pública con un gran acto feminista del partido en la nave de Terneras del Matadero, en Madrid.
La cita coincide el día en que más de medio centenar de organizaciones feministas lanzan su manifiesto contra el negacionismo machista de la ultraderecha, en defensa de las políticas activas de igualdad y contra las violencias machistas. Este regreso y este acto coinciden con el súbito debate en torno a la lucha contra la violencia machista suscitado por las condiciones impuestas por Vox en la negociación andaluza. Con Iglesias de baja hasta marzo, el rostro de Podemos se feminiza cuando arranca el primer trimestre, periodo que puede expresar en la cita del 8-M el revulsivo contestatario frente al giro conservador y al brote reaccionario plasmados por los comicios andaluces.
Montero está convencida de que el 8-M volverá a ser un acto tan masivo o más que el del 2018. “El año pasado, hasta el mismo 8 de marzo nadie confiaba en la capacidad del movimiento feminista para movilizar, y luego todos se apuntaron al éxito de la huelga; y esta vez pasará algo parecido, muchos piensan que no se pueden alcanzar o superar esas expectativas, pero yo creo que sí”, confía a este diario la diputada.
Montero retoma la batuta del grupo parlamentario confederal de Unidos Podemos, En Comú, En Marea tras seis meses en los que, sostiene, se ha visto que el grupo “posee variedad de perfiles de liderazgo”, y destaca la labor que estos meses han desempeñado tanto Ione Belarra –portavoz adjunta que tuvo que asumir la portavocía antes de lo planeado, debido al nacimiento prematuro de los hijos de Montero e Iglesias– como de otros rostros femeninos del grupo, como Noelia Vera, Yolanda Díaz o Lucía Martín.
Iglesias, explica Montero, permanecerá atento a la actualidad, y aunque esté dedicado al cuidado de los pequeños, pretende supervisar “la interlocución con las formaciones catalanas, para seguir haciendo ese papel de unificador de voluntades de las fuerzas que apoyaron la moción”. Lo inmediato, explica la portavoz, sigue siendo conseguir la aprobación de los presupuestos pactados con el PSOE. Al menos, mientras el Gobierno no cambie de idea, o las fuerzas que cambiaron al gobierno maten la legislatura.