El Govern sólo recupera cuatro de las leyes suspendidas por el TC
La Generalitat garantiza la atención social de por vida a sus expresidents
Al final son sólo cuatro las leyes suspendidas por el Tribunal Constitucional (TC) a raíz de recursos interpuestos por el PP que decide recuperar la Generalitat. Esta es, cuando menos, la previsión que figura en la memoria preliminar de la ley ómnibus con que se pretende hacer efectiva la medida que, tal como adelantó La Vanguardia, aprobó el Govern en su reunión de ayer, la primera del año. Las leyes que se recuperan son, en concreto, las de igualdad efectiva de mujeres y hombres, la del cambio climático, la de asociaciones de consumidores de cannabis y la de la Agència Catalana de Protecció Social.
La medida está muy lejos del total de catorce leyes que, de acuerdo con una resolución aprobada por el Parlament, el Govern tendría que recuperar una vez superada la aplicación del artículo 155 de la Constitución en Catalunya. La diferencia, según justificó la portavoz Elsa Artadi en la rueda de prensa posterior a la reunión, obedece a que sobre algunas normas ya se ha alcanzado un acuerdo con el Gobierno español –caso de las leyes de emergencia habitacional y de universalización de la asistencia sanitaria– y otras, en cambio, están todavía en fase de estudio, como ocurría con la ley de voluntades digitales y la de la Agència de Ciberseguretat, que podrían formar parte de un segundo paquete de leyes a recuperar en las próximas semanas.
En todo caso, la voluntad del Govern con estas iniciativas es no violentar al TC, por lo que en la práctica se ha limitado a adaptarlas a la jurisprudencia del tribunal y a recuperar tan sólo los aspectos que reunían tal requisito y ha renunciado directamente a los puntos que han sido anulados. Una posición que contrasta con el mandato de la resolución del Parlament de “hacer efectivos los artículos suspendidos”, que en opinión de la consellera de Presidència, sin embargo, es “lo que se está haciendo, conseguir que las leyes funcionen”. Y quizás por esta razón el Govern cuenta con que los grupos que en su momento dieron luz verde a las leyes en cuestión ahora vuelvan a hacerlo, y de ahí que se proponga negociar la aprobación de la ley ómnibus con todos ellos y no exclusivamente con la CUP, que fue con quien se sacó adelante la resolución.
En la primera reunión del año, el Govern dio también el visto bueno a una medida para garantizar a los expresidentes de la Generalitat “la atención y el apoyo que necesiten en todas las etapas de su vida”, con el objetivo de “asegurar su derecho a vivir dignamente cubriendo sus necesidades personales y sociales básicas”. La iniciativa está pensada para el caso del expresidente Pasqual Maragall, que sufre alzheimer desde hace trece años, y para el que fruto de la evolución de la enfermedad ha llegado el momento de poner a su disposición una serie de “medios personales y materiales” que le permitan seguir llevando una vida digna.
En este sentido, la decisión adoptada ayer no modifica para nada el contenido del estatuto de los expresidentes de la Generalitat, aprobado el 2003, sino que refuerza lo establecido en aquella ley a fin de que “puedan atender sus necesidades personales y políticas con la dignidad y el decoro que corresponde a las altas funciones ejercidas sirviendo a Catalunya”. En el caso concreto de Maragall, la medida serviría para autorizar al Departament de Treball, Afers Socials i Famílies a realizar las acciones oportunas para que pueda beneficiarse, por ejemplo, de las ayudas de la dependencia y de todas aquellas de carácter social que le fueran de aplicación. Una medida que, no obstante, tiene carácter genérico, a fin de que en el futuro pudieran acogerse a ella otros expresidentes si lo precisan.
Y en medio de este conjunto de decisiones, Artadi todavía no ha decidido si continuará en el Govern o aceptará la propuesta de ser la número dos de Joaquim Forn en la lista de Junts per Catalunya, avalada por el PDECat y la Crida Nacional per la República, a las elecciones municipales en Barcelona. La portavoz admitió que “el debate está abierto”, pero no dio más pistas. “Es un debate que no está cerrado y, por tanto, en función de su resolución se derivarán modificaciones en el Govern o no”, se limitó a precisar ante la expectación creada. La previsión de sus allegados es que la incógnita se resuelva en las “próximas semanas”.
Artadi aún no ha decidido si sigue de consellera o se presenta a las municipales: “El debate está abierto”