El Espanyol mide su fondo de armario
Una gran tormenta –que no perfecta– se produce tras una concatenación de factores atmosféricos. También son una sucesión de hechos la que la desencadenan en sentido figurado. El Espanyol afronta esta noche en Vila-real el primer duelo de una serie que pondrá a prueba su competitividad ante un calendario exigente, la limitación de su plantilla, las lesiones y, sobre todo, su incapacidad de acudir al mercado pese a que en sus previsiones deportivas se abría ahora un período de reflexión y corrección.
Rubi ya aseguró ayer que no piensa tirar la Copa y que hoy irá a por todas y con todo en el Estadi de la Ceràmica. Lo hará con las bajas de Hermoso y Sergio García, después de que las pruebas médicas confirmasen que éste sufre un lesión de grado 1 en los isquiotibiales de la pierna izquierda que lo tendrá fuera de los terrenos de juego entre dos y tres semanas. Y con el único jugador del filial en el que confía: el joven lateral izquierdo Pedrosa. A las ausencias se suman las del cedido Pipa y la de un Javi López que volvió a quedarse fuera de la convocatoria por decisión técnica.
Los cinco días que separan este duelo de la próxima cita liguera –el lunes que viene en Anoeta– ofrecen un margen razonable para que el técnico disponga de sus piezas. El problema llegará a partir de esa semana, cuando el Espanyol jugará el lunes 13, el jueves 17 (la vuelta de Copa), el lunes 21 (visitará Eibar), el jueves 24 si avanza a los cuartos de Copa, el domingo 27 (recibe al Real Madrid), el miércoles 30 o jueves 31 si sigue vivo en la competición copera y de nuevo el fin de semana del 2 y 3 de febrero en Vila-real, ahora en la Liga.
“Sabemos lo que significa la Copa para este club y los jugadores también lo saben. La importancia para mí es total, como un partido de Liga –señaló ayer el técnico dejando claro que no prioriza una competición sobre otra–. Ahora me preocupa poco quemar jugadores. Los veo frescos, todos quieren jugar y la prioridad es ganar. Tenemos que ir a corto plazo y pasar la eliminatoria”.
Aunque a principios de temporada el propio técnico aseguró que al final de la primera vuelta habría que hacer una reflexión y, si era necesario, replantear la campaña, ayer dejó claro que ese cambio de rumbo no pasaría por tratar de acudir al mercado. “Si entiendes la situación económica no puedes pedir ningún fichaje. Así que con los jugadores que tengo ahora seguiré –afirmó–. El club sabe perfectamente lo que el entrenador necesita, aunque sea dentro de unos parámetros muy limitados”.
En estas condiciones deberá afrontar el Espanyol su dura cuesta de enero. Puede ser un acicate para la plantilla, aunque justo después de igualar la peor racha histórica de derrotas en la Liga no deja de ser también un riesgo.