Silence triplica sus ventas hasta los 14 millones
La compañía ultima su primer scooter para particulares
Silence, fabricante de motos eléctricas con sede en Esplugues de Llobregat, pegó un gran acelerón el año pasado en su carrera hacia el objetivo de convertirse en una referencia en el sector de la movilidad eléctrica. La compañía cerró el 2018 con una facturación de 13,8 millones de euros, casi tres veces y media más que en el 2017, cuando logró 4,1 millones, y se consolidó como el líder en motos eléctricas matriculadas en España con una cuota de mercado del 60%, según datos de Silence.
En el 2018, la compañía llevó a cabo una ampliación de capital de 8,6 millones de euros que fue suscrita íntegramente por sus accionistas, una señal clara de su confianza en la empresa. Fundada en el 2012 por el expiloto de motos Carlos Sotelo, Silence está controlada por Repsol y Caixa Capital Risc, el CDTI y un grupo de inversores privados. “Estamos muy satisfechos porque hemos cumplido con lo previsto e incluso hemos superado el presupuesto anunciado”, asegura Sotelo.
La compañía fabricó 3.000 motos en el 2018 y entregó unas 2.900, con la filial de movilidad de Acciona como primer cliente del año gracias a un macropedido de 1.200 unidades. Hasta ahora, el negocio de Silence descansaba en las grandes cuentas, fundamentalmente empresas de motosharing como Scoot, Molo o la mencionada de Acciona; compañías de delivery –mensajería, comida a domicilio y otros tipo de repartos– como Aravinc, Correos o Cooltra; y servicios municipales como los agentes de movilidad de grandes ciudades, entre otros.
Ahora, la idea es no descuidar lo logrado, pero crecer por una doble vía. Por un lado, Silence quiere meter una marcha más en el exterior. Por otro, ultima el lanzamiento de su primera moto eléctrica destinada a los usuarios particulares. Llegará al mercado en primavera a un precio de casi 6.000 euros. Ya hay 102 prerreservas a través de la web. También se podrán comprar a través de una red de tiendas propias y franquiciadas, de las que ya se han firmado una docena de contratos y se abrirán en breve. Con todo lo anterior, Silence confía en vender unas 7.600 motos este año y elevar sus ingresos hasta los 30 millones de euros.
La empresa quiere crecer en el exterior y prevé entregar 7.600 motos y facturar unos 30 millones este año