Derrota grana dolorosa e injusta
El Nàstic mereció mucho más ayer en Elx pero regresará a Tarragona de vacío. La expulsión de Fali, por una supuesta desconsideración a uno de los asistentes, obligó a los de Enrique Martín a jugar con diez una hora. Incluso en inferioridad, con el empate a cero, pudo marcar el Nàstic pero Edgar Badia, ahora portero ilicitano, y el palo frustraron a los granas.
A pesar de la inferioridad numérica, durante un buen rato jugaron mejor los catalanes, que habían empezado el partido superados. Pero el cansancio acabó desgastando al Nàstic ante un Elche que creció en la segunda mitad. Con el 1-0, en otro fallo defensivo, un mazazo todavía más duro remando contracorriente, los de Tarragona perdieron parte de su fe. El rival hizo méritos para cerrar el partido pero la falta de puntería mantuvo vivo el duelo hasta el final.
La derrota mantiene a los grana colistas, ahora a dos victorias de la salvación. Un castigo para un equipo en crecimiento, especialmente doloroso por el cómo y por el quién, contra un rival directo en la lucha por la salvación. El Elche no ganaba desde finales de octubre en el histórico Martínez Valero.
El Nàstic se siente perjudicado por las decisiones arbitrales en esta primera vuelta horrorosa (13 derrotas) que por fin acabó ayer. Las quejas no puntuarán.
Con toda la segunda vuelta por delante, Tarragona aún sueña con la salvación, pero sabe bien que necesitará hacer la segunda media temporada que queda de cine (más de 30 puntos) para no bajar a la temida 2.ªB. El equipo sigue buscando talento en el mercado de invierno.