El honor de los De Blasio
Longfellow Avenue, en el barrio de Emerson Hill. Esta es la ubicación de la mansión de Vito Corleone, El Padrino de la monumental trilogía fílmica de Francis Ford Coppola, a partir del libro del mismo nombre escrito por Mario Puzo.
Ya está, ya ha salido la mafia, el estigma asociado a esta parte de la metrópolis que ha provocado estos días una movilización ciudadana de protesta. La chispa que ha encendido el furor es un show de telerrealidad que la cadena MTV tenía previsto estrenar a las 22 horas de anoche en el horario de la costa este. El programa se titula Made in Staten Island y consiste en seguir los pasos de jóvenes adultos que intentan evitar el estilo de vida de los gángsters. “Muchos afrontamos dos opciones, la vida en la calle o una vida decente”, afirma Christian Patterson, de 20 años, en el capítulo de la previa.
Una de las productoras ejecutivas del espectáculo responde por Karen Gravano, estrella de otro reality inspirador –Mob wives, esposas de la mafia– e hija de Salvatore Gravano, también conocido en sus círculos como Sammy the Bull . El toro Salvatore fue uno de los sicarios de John Gotti, mafioso estadounidense que llegó a ser jefe entre 1985 y 1992 de la familia del crimen de los Gambino, el clan principal de las cinco familias que se repartían la ciudad. Sammy se convirtió luego en informante del Gobierno y “traicionó” a Gotti.
Karina Seabrook, de 19 años, hija de Karen Gravano y nieta del Toro, es una de las participantes en esta serie de telerrealidad. La describen como “la princesa de Staten Island”.
En la web de MTV se promociona el show con este frase: “Los jefes no nacen, se hacen en Staten Island”. Sin ni siquiera haber esperado al estreno, una petición ciudadana lanzada en Change.org, que ayer tenía 7.800 firmas, solicita la retirada del programa o, cuando menos el cambio de nombre. Según el texto de su presentación, este espectáculo de telerrealidad perpetua la noción de este distrito como “un pozo de gángsters, de estúpidos y vidas de baja alcurnia”. Denuncian que el punto de partida del espectáculo “se construye sobre la premisa de que los chicos de Staten Island crecen rodeados por la mafia y esto está muy lejos de la verdad”. Uno de los que ha terciado es el propio alcalde de Nueva York. Bill de Blasio renunció a llevar el apellido de su padre (Wilhelm) y se identificó con el de su madre, Maria de Blasio, hija de unos inmigrantes italianos. El alcalde lanzó un tuit en el que acusó al show de “vender estereotipos con descaro y desvergüenza”.
Joseph Borelli, concejal de esa parte de la ciudad, también despotricó en Twitter contra esta producción. “Siempre hemos sido pasto de estereotipos, pero ahora se introduce entre los jóvenes glorificando el crimen”, escribió Borelli. “Están marcando a los italoamericanos de Staten Island –insistió– como personas vinculadas a la empresa del crimen. Si nombraran a otra raza o religión, la gente se molestaría por esto”.
Una productora de ‘Made in Staten Island’ es la hija del sicario mafioso ‘Sammy the Bull’