El Supremo no ve margen para dejar en libertad a los presos del 1-O
El Tribunal Supremo (TS) recibirá hoy la práctica totalidad de los escritos de conclusiones provisionales correspondientes a las defensas del caso 1-O. La mayor parte de esos textos contendrá, entre otros extremos, una nueva petición de que los procesados queden en libertad antes del juicio oral, como la mejor garantía de que podrán preparar en buenas condiciones sus estrategias de defensa, en diálogo cotidiano con sus abogados. Es altamente improbable, por no decir que las posibilidades son nulas, de que esta solicitud prospere. En el Supremo no se ve margen para acordar la salida de prisión, en puertas del juicio, y ante el más que presumible informe desfavorable de la Fiscalía. El criterio del Alto Tribunal no ha variado en cuanto al riesgo de fuga, sobre todo ante las elevadas peticiones de pena formuladas por los fiscales.
Las propias defensas son perfectamente conscientes de que ésa es la respuesta previsible. Pero si vuelven a plantear la petición de libertad es en coherencia con su posición durante todo el procedimiento. Y también con el fin de poder argumentar más adelante, en los recursos que puedan presentarse ante el Tribunal Constitucional (TC) primero y ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) después, que en el juicio del caso 1-O en el Supremo no se pudo ejercer el derecho de defensa en las condiciones en que hubiera sido preciso. Cuanto se va conociendo sobre los escritos de las defensas pone de manifiesto que tratarán de combinar los argumentos políticos con los técnico-jurídicos, porque estiman que ambos aspectos están estrechamente relacionados.
Las conclusiones del defensor de Oriol Junqueras y Raül Romeva, el letrado Andreu Van den Eynde, combate con toda contundencia la tesis del delito de rebelión sobre la base de sostener que nunca se ejerció violencia. El escrito afirma que el 1-O la Policía y la Guardia Civil actuaron “con finalidades distintas a las de dar efectividad a la orden judicial, centrándose en generar imágenes de violencia inusitadas que pudieran (seguramente a su entender) atemorizar a los votantes e impedir su participación en dicho referéndum o bien escarmentarles por haberlo hecho”.
Tras la presentación de los escritos de conclusiones se abrirá un plazo aproximado de una semana o diez días a lo largo de los cuales el Supremo contestará en un auto a las solicitudes de excarcelación y las peticiones de prueba de las defensas. Es decir, testigos, documentos, etc. Y una vez fijados estros extremos, se señalará la fecha de inicio del juicio oral. Aún podría ser la última semana de este mes, pero es más probable que finalmente la vista comience la primera de febrero.
Previamente, este misma semana, el Supremo se pronunciará sobre la citación del Parlament para que los acusados comparezcan en la comisión de investigación sobre la aplicación del 155. La postura de la Fiscalía es contraria a autorizar dicha comparecencia, y con toda probabilidad el Supremo asumirá esta misma tesis. Los magistrados también estudiarán si procede alguna actuación con respecto a la salida del exconseller Josep Rull de la prisión de Lledoners para visitar en el hospital a su hijo, que había sufrido una caída durante una visita a su padre, el pasado día 5. Es muy probable que el episodio tenga ya escaso
El Alto Tribunal sigue apreciando riesgo de fuga, sobre todo ante las elevadas peticiones de pena de los fiscales
recorrido. La Fiscalía informó a favor de la salida, y aunque en el TS se subraya que la Sala de Enjuiciamiento debió autorizar el desplazamiento, el criterio más extendido es que las circunstancias del caso aconsejan no adoptar medida alguna, salvo tal vez pedir alguna aclaración mayor sobre el episodio.