La Vanguardia (1ª edición)

Macron lamenta que haya personas en dificultad­es “que hacen tonterías”

- EUSEBIO VAL

Emmanuel Macron estuvo ayer en Normandía, reuniéndos­e con alcaldes y concejales, para inaugurar el gran debate nacional concebido para dar voz a los ciudadanos, repensar muchas de las políticas públicas y hallar una salida a la crisis desencaden­ada por la protesta de los chalecos amarillos.

El acto central del presidente francés tuvo lugar en la localidad de Grand Bourgthero­ulde, de 3.500 habitantes, al sudoeste de Rouen, en una de las zonas más activas de movilizaci­ón reivindica­tiva durante los últimos dos meses. Allí se reunió con 600 alcaldes. Pero antes, por sorpresa, Macron hizo una parada en Gasny, de 3.000 habitantes, y mantuvo un encuentro con el consejo municipal.

Unos comentario­s de Macron en Gasny, a propósito de las políticas contra la pobreza, crearon inmediata polémica en las redes sociales. “Vamos a dar más responsabi­lidad a las personas en dificultad­es, pues las hay que actúan bien y otras que hacen tonterías”, dijo el jefe de Estado. Estas palabras proporcion­aron de nuevo munición a los más críticos del presidente y a sus rivales políticos, que no tardaron en reaccionar. “El presidente no ha entendido nada”, le acusó el primer secretario del Partido Socialista, Olivier Faure. Valérie Boyer, de Los Republican­os (derecha), le reprochó “desprecio a los franceses”.

Las frases espontánea­s de Macron, a menudo en la calle, aleccionad­oras, aunque dichas de buena fe, le han acarreado muchos problemas. Debido a ellas, los chalecos amarillos suelen achacarle prepotenci­a y alejamient­o de la realidad. Le han colgado esa etiqueta, así como la de “presidente de los ricos”, y le costará quitársela.

En Grand Bourgthero­ulde, Macron dijo estar empeñado en que Francia corrija sus fracturas sociales, territoria­les, económicas y democrátic­as. Los alcaldes le plantearon reivindica­ciones muy diversas. Hubo lamentos por la desindustr­ialización. Le propusiero­n elevar el impuesto del IVA para los productos de lujo y reimplanta­r el impuesto sobre la fortuna. El alcalde de Lisieux lanzó la idea de un gobierno de unidad nacional y de instaurar el voto obligatori­o. Una alcaldesa salió en defensa de una ley de reproducci­ón asistida abierta a todas las mujeres, también a las que no tienen pareja o son lesbianas.

Macron escuchó con atención a todos y tomó notas. En sus respuestas demostró que se sabe los temas, que lleva el Estado en la cabeza y que tiene sentido del humor. Defendió la supresión del impuesto sobre la fortuna porque, a su juicio, nunca dio resultados y los más ricos huían de Francia. Con todo, subrayó que se revaluará cómo ha funcionado la eliminació­n de este tributo, que “no es un tabú ni un tótem”. Según Macron, la base de la justicia no es este impuesto sino una buena escuela pública y que a nadie en Francia se le cierren caminos por su origen social.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain