Mejora la imagen de Barcelona
PESE a la importancia indiscutible del turismo en Barcelona, y pese a los problemas de masificación de visitantes que ello puede ocasionar en algunos barrios, la ciudad ha mejorado en los últimos años su imagen internacional como un buen lugar para vivir, invertir, innovar y hacer negocios, especialmente en los ámbitos vinculados a la creatividad y la tecnología biomédica y digital. Esa buena noticia se desprende de las conclusiones del documento Barcelona a los ojos del mundo 2018, encargado por el propio Ayuntamiento.
Los expertos en marca de ciudad, periodistas y empresarios extranjeros consultados, en este sentido, aprecian la solidez del tejido empresarial de la región, las infraestructuras, los centros universitarios y escuelas de negocios, la mejora del nivel de inglés general y su dinamismo por la creciente presencia de empresas emergentes y centros de innovación e investigación, que son básicos para la atracción de talento. Todo ello equilibra el importante peso del turismo en la imagen internacional de la ciudad.
El informe citado destaca fundamentalmente que Barcelona tiene una imagen muy positiva en el mundo, que cumple con las expectativas que suscita y de la que sus ciudadanos se sienten orgullosos. También refleja que la amenaza terrorista y la tensión política que vive Catalunya, pese a que han tenido impacto internacional, no han alterado significativamente la imagen que de Barcelona se tiene en el mundo. La gastronomía, el templo de la Sagrada Família, las playas y el Barça son sus grandes iconos.
Informes como el de referencia, que se compara muy favorablemente con otro similar realizado en el 2011, hay que recibirlos con satisfacción, porque demuestran que la imagen de la ciudad ha superado las difíciles pruebas a que ha estado sometida, pero no deberían hacer caer en la autocomplacencia a las autoridades municipales ni al conjunto de barceloneses, ya que hay cuestiones importantes que requieren soluciones.
Entre los problemas que se citan en el informe, que es fruto de una encuesta a más de 3.000 personas en todo el mundo, se señalan los asociados a la pequeña delincuencia y la inseguridad, a la masificación turística y a las dificultades para hacer negocios que ocasionan el exceso de burocracia y la falta de incentivos fiscales. Podríamos añadir la falta de vivienda asequible y una insuficiente oferta cultural, entre otros. Y en ese escenario de dificultades por resolver, habría que añadir la definición de la apuesta de Barcelona por su futuro y el de sus habitantes. Las próximas elecciones municipales, en este sentido, ofrecen la ocasión ideal para debatir y enfocar las mejores alternativas a los retos de la ciudad.