La Síndica pide ayudas para los coches vetados
La defensora reclama un plan Renove para los 130.000 vehículos que no podrán circular por Barcelona a partir del 1 de enero del 2020
Falta menos de un año para la entrada en vigor de las restricciones de circulación a los vehículos más contaminantes en Barcelona y, aunque el protocolo está definido claramente desde 2017, la Síndica de Greuges de Barcelona considera que aún hay “muchas incertidumbres”.
La certeza es que a partir del 1 de enero del 2020 los coches de gasolina matriculados antes del 2000 y los diésel previos al 2006 no podrán moverse por el ámbito delimitado por las rondas de Barcelona. Los vehículos sin etiqueta ambiental de la DGT serán los que tendrán prohibida la circulación por lo que se ha llamado Zona de Bajas Emisiones de lunes a viernes entre las siete de la mañana y las ocho de la noche. Las reglas de juego están claras, ahora sólo falta ponerlas en práctica.
Antes de que llegue ese día, la Síndica, Maria Assumpció Vilà, cree que es el momento de hablar de la letra pequeña y se ha dirigido a la teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad, Janet Sanz, para solicitarle que “la normativa se implante con todas las garantías, sin ningún perjuicio para la ciudadanía”. En este sentido, Vilà considera que las administraciones competentes deberían acompañar las restricciones con ayudas económicas para aquellos que tengan que cambiar de vehículo y no cuenten con los recursos económicos para hacerlo. “La crisis económica puede haber influido en el envejecimiento del parque de vehículos y muchas familias no tienen medios para comprar un nuevo vehículo”, considera la Síndica de Greuges de Barcelona.
En cierta manera, el plan de ayuda a los afectados solicitado por la Síndica ya está en marcha y pasa principalmente por la T-verde, una apuesta del Àrea Metropolitana de Barcelona (AMB) que ofrece tres años de transporte público gratuito a cambio de desballestar el viejo coche contaminante. Más de 2.500 personas la han pedido en su primer año de funcionamiento y los responsables de la iniciativa creen que la cifra irá a más cuando se hagan realidad las restricciones.
Según los últimos estudios elaborados por el RACC y el AMB, se verán afectados un 25% de los coches y un 12% de las motocicletas del parque circulante actual. Son unos 130.000 vehículos y para todos ellos la Síndica pide compensaciones económicas como podría ser un plan Renove específico o algo más simple como un servicio de atención y orientación que atienda “los casos que requieren respuestas individualizadas”. Vilà pone como ejemplo a los trabajadores que tienen turnos de noche o madrugada y luego no podrían volver a casa o los que se desplazan a lugares sin cobertura con transporte público como polígonos industriales alejados del área metropolitana de Barcelona. En la misma línea, la Síndica también plantea la posibilidad de reajustar el horario de afectación en vigilias de festivos y fechas puntuales como pueden ser las operaciones
El gobierno municipal se muestra abierto a incorporar algunas excepciones puntuales al protocolo definitivo
salida vacacionales.
El protocolo definitivo aún está por cerrar y fuentes municipales aseguran que se está trabajando en la recogida de necesidades concretas de los diferentes actores para establecer las condiciones finales que hagan posible “garantizar el derecho a la salud haciendo más fácil la transición necesaria”. Además de la Síndica, colectivos como el de los transportistas y el de los coches históricos hace tiempo que están en negociaciones para colarse en la letra pequeña aún por redactar.