James Middleton revela que ha sufrido depresión
El hermano de Catalina ha expuesto su caso en una carta
Se puede ser guapo, millonario y cuñado del futuro monarca del Reino Unido, pero eso no significa librarse de caer en una depresión. Eso es lo que le ha ocurrido a James Middleton (31), que en una carta enviada al Daily Mail explica la fuerte depresión que ha padecido y de la que todavía no puede decir que esté curado. El hermano pequeño de la duquesa de Cambridge dice que se ha sentido obligado a hablar sobre el calvario que ha vivido porque ahora empieza a verle “un nuevo sentido a la vida”y para respaldar el trabajo que Guillermo, Enrique y Catalina realizan en la fundación Heads Together, de enfermedades mentales.
Fue en el 2016, después de experimentar un cuadro de estrés y ansiedad, cuando empezó su depresión. Interiormente estaba hundido “en un mar de desesperación” y se sentía un “completo fracaso”. “No se trata sólo de sentir que estás triste –afirma. La depresión es una enfermedad, es el cáncer de la mente”. Cuenta Middleton que funcionaba como por “inercia”. No podía sentir “alegría o emoción por nada” y “la angustia era lo único” que le “impulsaba a salir de la cama por la mañana”. Después, en la oficina, se pasaba el día mirando la pantalla del ordenador con la mirada perdida y pendiente del reloj, para ver cuándo podía volver a casa. “No es un sentimiento sino una ausencia de sentimientos. Tú existes, pero no tienes un propósito ni una dirección en la vida. No contemplé realmente el suicidio, pero tampoco quería vivir en el estado mental en el que me encontraba”, relata.
En diciembre del 2017, después de doce meses sufriendo en silencio “un deterioro progresivo” de su salud mental, reconoció que “necesitaba ayuda” y eso le produjo calma porque “sabía que había esperanza si aceptaba la ayuda de profesionales”. Las sesiones de terapia revelaron, además, que arrastraba desde pequeño problemas de dislexia y un trastorno de déficit de atención (TDA).
Poco a poco “los rayos de luz comenzaban a penetrar en la penumbra”. Su familia siempre estuvo a su lado para ayudarle, al igual que sus cinco perros. “La gente me ha preguntado si mi perfil público me ha dificultado las cosas. ¿Me habría deprimido tanto si no hubiera estado sujeto a la presión del escrutinio público que conlleva mi vinculación a la familia real? Habría pasado lo mismo. Pero no habría encontrado una voz o una salida para mi historia si no hubiera sido por las personas con las que estoy relacionado”, admite James, quien afirma que eso le coloca en una posición privilegiada de poder expresarse para “ayudar a otros que sufren como yo”.
Dice que no contempló el suicidio pero tampoco quería vivir en el estado mental en el que se encontraba