La OTAN quiere blindar su seguridad en un mundo con más misiles
La Alianza considera un “riesgo significativo” el nuevo SCC8 que despliega Rusia
Aunque la política oficial de la OTAN es presionar a Rusia para que rectifique y cumpla con el tratado INF que prohíbe los misiles de corto y medio alcance, la realidad es que nadie cree que Moscú dé este paso y, en consecuencia, los aliados están ya preparándose para adaptarse a un mundo sin este tratado, es decir, un mundo con más misiles.
“Estamos planificando nuestro futuro sin el tratado INF y con más misiles rusos”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg. A partir de este anuncio, quiso tranquilizar asegurando que no tienen “ninguna intención de desplegar nuevos sistemas de armas nucleares terrestres en Europa”, e indicando que hay alternativas “convencionales y otras opciones” pero sin entrar en precisiones.
En todo caso, la OTAN considera que su respuesta no tiene que ser un espejo de la actuación rusa punto por punto, sino que debe ser más global. Además, considera que no hay que tener sólo en cuenta la violación de este tratado armamentístico, sino el agresivo comportamiento ruso de los últimos años.
“Todos los 29 aliados están de acuerdo que el sistema de misiles SSC-8 desarrollado y desplegado por Rusia es un riesgo significativo para nuestra seguridad –dijo Stoltenberg– Es móvil y difícil de detectar. Puede alcanzar ciudades europeas en un plazo breve, equipado con una cabeza convencional o nuclear, y rebaja el límite para el uso de las armas nucleares”. Un diagnóstico con tono alarmante que se intenta moderar asegurando que lo que se busca es un equilibro entre por un lado, mostrarse fuertes, y por otro, evitar una carrera de armamentos y mantener el diálogo con Rusia. Precisamente, este fin de semana, en la Conferencia de Seguridad de Munich, Stoltenberg tiene previsto entrevistarse con el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, sobre este tema.
La reacción de la OTAN a lo que consideran una violación flagrante del tratado por parte de Rusia, será “defensiva, medida y coordinada”, según palabras de su secretario general, que la enmarca en un contexto general del refuerzo de las capacidades
de8m de la Alianza. Se refiere al incremento de las inversiones en defensa de los países europeos, la mayoría de los cuales va camino de cumplir el objetivo exigido por Donald Trump de destinar en el 2024 un 2% del PIB a la defensa.(España prevé llegar al 1,53%).
También incluye la iniciativa denominada Cuatro Treintas,que supondrá capacidad de desplegar 30 barcos de combate, 30 batallones de tierra y 30 escuadrones aéreos en 30 días; y la adaptación del nuevo sistema de mandos para facilitar el traslado de fuerzas a territorio europeo.
“La decisión de Washington de retirarse del tratado INF representa el fin de la era de la posguerra fría, y las nuevas prioridades estratégicas de EE.UU.”, escribe la analista Judy Dempsey, del think tank Carnegie Europe. Tiene razón, este tratado es todo un símbolo. Cuando lo firmaron en 1987 Ronald Reagan
“No hay intención de desplegar nuevas armas nucleares terrestres en Europa”, dice Stoltenberg