El Barça defiende su título en una Copa del Rey de pronóstico imposible

Para hacer un pronóstico siempre es aconsejable abrazarse a las estadísticas. Las últimas nueve Copas del Rey de baloncesto se las han repartido entre el Real Madrid (5) y el Barcelona (4). Anotado. Desde el 2002, cuando logró la hazaña el TAU de Dusko Ivanovic, ningún anfitrión levanta el trofeo en casa. Segunda anotación. Ningún torneo da luz a tantas sorpresas como la Copa del Rey, donde el favoritismo suele ser papel mojado. Última anotación. Con los deberes hechos, llega la hora de hacer las valoraciones. El equipo que se presenta en su mejor momento no es otro que el Barcelona Lassa, vigente campeón, que lidera con autoridad la Liga Endesa y ha alcanzado la velocidad de crucero en la Euroliga.

“Todo eso nos da confianza pero en la Copa del Rey no sirve para nada. Jugamos muchos partidos en pocos días y hay que estar muy bien, sobre todo, de cabeza”, apuntaba ayer el croata Ante Tomic. Bien sabe el conjunto azulgrana que los momentos de forma quedan en un segundo plano cuando se trata de afrontar una Copa del Rey. Hace tan solo un año, en el Gran Canaria Arena, tocó la gloria con un equipo hecho añicos moralmente y con un entrenador recién aterrizado en el banquillo. Poco importó para levantar el trofeo ante un Madrid que llegaba lanzado, casi imbatible, campeón de las anteriores cuatro ediciones.

La buena labor en la Liga Endesa sí ha tenido premio para el Barça, ya que le ha asegurado jugar el jueves su primer partido, con lo que le garantiza un día más de descanso de cara a las semifinales en caso de que logre eliminar al Valencia. “Es un equipo excelente al que admiro mucho. Además, cuenta con una de las mejores parejas interiores de Europa –Will