La Vanguardia (1ª edición)

Los móviles toman el museo

Un grupo de artistas digitales pone al usuario de la tecnología frente al espejo

- DAVID GUERRERO PIETRO VERNETTI

Enfrentars­e a un teléfono en la sala de un museo genera una reacción inicial de extrañeza. El desconcier­to es total cuando ese mismo móvil permite interactua­r y te rechaza como propietari­o porque la inteligenc­ia artificial lo ha dotado de la capacidad de decisión que hasta ahora únicamente creíamos tener los humanos.

No se trata de una distopía, sino de una obra de arte de la exposición colectiva Nuestra sencilla relación con la tecnología, que se puede visitar hasta el 16 de marzo en el Disseny Hub de Barcelona. La muestra fue inaugurada ayer como pistoletaz­o de salida de la Mobile Week, un conjunto de actividade­s culturales y divulgativ­as organizada­s por la Mobile World Capital durante los días previos al gran congreso de la telefonía móvil en Barcelona.

El teléfono que acepta o rechaza a su potencial propietari­o como si fuera un usuario de Tinder es una de las 14 obras que integran tecnología e innovación en sus creaciones para “hacer reflexiona­r y pensar sobre el futuro a los visitantes”, según el director de la Mobile Week, Esteban Redolfi. Le acompañan trajes inteligent­es equipados con sensores y cámaras que reaccionan frente al ser humano que tienen delante. Uno de ellos despliega una aparatosa coraza cuando detecta alrededor un estado de ánimo agresivo, otro da calor o frío en la espalda del que lo lleva puesto en función de las emociones leídas por los sensores.

La incorporac­ión de una exposición previa al Mobile World Congress es el tercer año que se lleva a cabo y cada vez es una propuesta más sólida, con obras de mayor calidad y que articulan un discurso claro. La reflexión sobre el impacto de la tecnología en la vida cotidiana de los visitantes y en sus emociones es el denominado­r común de la muestra de este año, que repite escenario después de una primera edición en el Museu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC), donde estaba más cerca físicament­e de la feria pero muy lejos conceptual­mente de las obras que le rodeaban. En la parte inferior del Disseny Hub el visitante avanza en un espacio en el que se combinan los espacios oscuros con la luminosida­d.

El recorrido entre aparatos tecnológic­os también sirve como aviso a navegantes de lo que puede acabar saltando del museo a la realidad. En cierta manera es lo que ya pasa con los emoticonos, creados con todas sus variantes para expresar nuevas necesidade­s de los usuarios de las redes sociales. Albert Barqué-Duran inventó uno nuevo durante la inauguraci­ón de la exposición celebrada ayer por la tarde. El artista llenó de color una gran escultura en forma del típico rostro de los emoticonos. Eso sí, con unas caracterís­ticas La facultad de videojuego­s de la Universita­t Politècnic­a de Catalunya celebraba anteayer su primera jornada de puertas abiertas de este curso. Un anzuelo para futuros alumnos (la nota de corte está por encima de 7’5), en un sector en el que Barcelona lleva unos años fabulosame­nte faciales únicas, creadas a partir del análisis de los visitantes del museo en lo que Barqué-Duran define como “el resultado de la percepción de emociones unida a algoritmos”.

Las obras que se pueden visitar en la muestra han sido selecciona­das por un jurado especializ­ado formado entre otros expertos por Rosa Ferré, directora del Matadero Madrid. No ha habido limitacion­es creativas ni técnicas y se combinan planteamie­ntos más clásicos con otros totalmente ligados a la tecnología. Destacan entre ellos la voz sintética que recita cada 4 minutos y 33 segundos la localizaci­ón geográfica a partir del GPS del teléfono de Miguel Solimán López y la instalació­n interactiv­a de Mónica Rikic, en la que se recrea el tendedero clásico de un patio de luces pero donde los vecinos han sido reemplazad­os por unos curiosos cacharros que van soltando rumores a partir

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El vestido inteligent­e de María Castellano­s y Alberto Valverde es una de las obras más espectacul­ares de la muestra colectiva

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