Amazon renuncia a establecer una nueva sede en Nueva York
Los 3.000 millones prometidos al grupo levantaron una fuerte oposición
La estrella de la política estadounidense, Alexandria Ocasio-Cortez, no se reprimió. “Todo es posible. Hoy fue el día en que los neoyorquinos comprometidos derrotaron la codicia corporativa de Amazon, la explotación de sus trabajadores y el poder del hombre más rico del mundo”.
El tuit de Ocasio surgió al poco de que el gran supermercado online anunciara su decisión de cancelar el compromiso de construir una sede en Long Island City, en el distrito de Queens.
“Después de muchas reflexiones y deliberaciones, hemos decidido no seguir con nuestros planes de construir nuestros cuarteles en Nueva York. Para Amazon, este compromiso de una nueva sede requiere una colaboración positiva con los cargos electos del estado y de la ciudad que deben sufragar esto a largo plazo”, se dice en el comunicado de renuncia.
Si bien se recuerda que, según sus encuestas, “el 70% de los neoyorquinos apoyan nuestro plan de inversión”, un grupo de políticos locales y estatales “se han opuesto a nuestra presencia”, lo que impide desarrollar el tipo de relación que pretendían.
Desde que hace tres meses Amazon comunicó su elección, y pese a que el terreno no se halla en su jurisdicción, Ocasio se puso al frente de la movilización ciudadana y sindical contra esa “colonización”, galvanizando el frente izquierdo de los demócratas. Estos grupos críticos argumentaron que Amazon no se merecía 3.000 millones de dólares en incentivos a cuenta de los impuestos estatales y municipales.
La compañía de Jeff Bezos prometió la creación en la Gran Manzana de 25.000 empleos de alto nivel adquisitivo.
Pero el pacto se realizó en exclusiva con el gobernador Andrew Cuomo y el alcalde Bill de Blasio, quienes limaron sus diferencias personales para apuntarse el tanto, a espaldas del resto de las autoridades afectadas y que pasan examen en las urnas.
No se esperaban que la protesta alcanzaría semejante calibre, ni que la disputa abriría una brecha entre los neoyorquinos, y, en concreto, entre los vecinos de la zona en disputa. Mientras unos vieron una oportunidad para crecer económicamente –ayer lamentaron la retirada–, otros muchos mostraron su rechazo.
No han cesado las manifestaciones a la contra. Consideran que Amazon maltrata a los trabajadores y a los inmigrantes, además de que los residentes veían el peligro de un encarecimiento de la vivienda que les expulsaría. Frente al rampante rechazo, Cuomo avisó de que “necesitamos a Amazon para diversificar la economía”. Ayer, horas después, no se había pronunciado.
Sin embargo, el alcalde tuvo un abrupto cambio de tono. “Hemos dado a Amazon la oportunidad de ser un buen vecino y de hacer negocios en la mejor ciudad del mundo y ha echado a perder la oportunidad de colaborar con la comunidad”, afirmó en un comunicado. “Si Amazon no sabe reconocer lo que merece la pena, sus competidores lo harán”, añadió.
La compañía de Jeff Bezos había prometido crear 25.000 puestos de trabajo en la Gran Manzana