Investigado por presunta agresión sexual el nuncio vaticano en Francia
El obispo acarició el trasero de un funcionario en un acto municipal en París
La presunta agresión sexual cometida por el nuncio del Vaticano en Francia, monseñor Luigi Ventura, resulta muy embarazosa para la Santa Sede porque vuelve a situar el foco sobre el interminable escándalo de los abusos y provoca además un incidente diplomático con un gran país europeo.
Los hechos fueron desvelados ayer por la mañana en la edición digital del diario Le Monde y confirmados por el Ayuntamiento de París. El obispo Ventura, de 74 años y que lleva casi un decenio como nuncio –equivalente a embajador– en la capital francesa, está siendo investigado por acariciar repetidamente el trasero de un funcionario, el pasado 17 de enero, ante numerosos testigos, durante una ceremonia oficial presidida por la alcaldesa, la socialista Anne Hidalgo.
El funcionario en cuestión, un hombre en la treintena, de la dirección general de relaciones internacionales, comunicó de inmediato lo sucedido a sus superiores. El Ayuntamiento, en virtud de un artículo del código penal que obliga a todo funcionario o autoridad pública a denunciar cualquier eventual delito, puso en conocimiento de la Fiscalía de París lo ocurrido. El 23 de enero se abrió la investigación.
La ceremonia en la que se produjo el presunto delito era la tradicional que se celebra en enero para felicitar el nuevo año a representantes religiosos y al cuerpo diplomático. Los voeux (buenos augurios) son una costumbre muy francesa, a todos los niveles. Se da la circunstancia de que al nuncio del Vaticano, por ser la representación diplomática decana en París, le corresponde una función honorífica en el protocolo. Antes de la llegada de Hidalgo, el nuncio incluso pronunciaba un breve discurso. Después el privilegio se redujo a acompañar a la alcaldesa desde su despacho hasta el salón de la recepción.
El influyente diario católico La Croix –que leen con atención en Roma– recogió otros testimonios de hombres jóvenes que, en el último año, fueron víctimas de tocamientos indebidos por parte de Ventura, de gestos equívocos, como caricias en el trasero o en las piernas, casi siempre en recepciones oficiales pero también en encuentros privados. Eso reveló la edición digital del periódico. En la misma línea, otro medio, Têtu, del colectivo de gais, lesbianas y transexuales , sacó a la luz otro caso de un hombre que sufrió una conducta similar de parte del nuncio.
Por su estatus diplomático, Ventura disfruta de inmunidad y no puede ser obligado a declarar. Pero sería muy incómodo que, si se sustancian las acusaciones, el Vaticano mantuviera al obispo en París. Nombrado obispo en 1995, por Juan Pablo II, Ventura está al borde de la jubilación. Ha realizado una larga carrera. Anteriormente fue nuncio en Canadá, Chile y en varios países africanos como Costa de Marfil, Burkina Faso y Níger. De joven estuvo destinado en Brasil, Bolivia y Gran Bretaña.
Hace unos años se dio un grave escándalo con otro nuncio, el arzobispo de origen polaco Josef Wesolowki, que representaba a la Santa Sede en la República Dominicana. Acusado de abusos sexuales a menores, fue destituido y obligado a regresar a Roma, donde fue arrestado dentro del territorio vaticano. Eran los primeros meses de Francisco como Papa y tomó esta dura medida, ejemplarizante y sin precedentes en la historia contemporánea de la Iglesia católica. En agosto del 2015, mientras se celebraba su juicio por pederastia, Wesolowski fue encontrado muerto en su habitación en el Vaticano. Tenía 68 años y estaba mal de salud.
Desde Roma, el Vaticano no tardó en reaccionar a las noticias de París, aunque su respuesta fue muy escueta. Preguntado por los periodistas, el portavoz interino de la Santa Sede, Alessandro Gisotti, se limitó a decir que esperarán los resultados de la investigación. “La Santa Sede se ha enterado por la prensa que se ha puesto en marcha una investigación por parte de las autoridades francesas contra monseñor Luigi Ventura, nuncio apostólico en París. La Santa Sede queda a la espera del resultado de las investigaciones”, rezaba el corto comunicado.
Las revelaciones no pueden llegar en peor momento para el Vaticano, en plenos preparativos para la importante cumbre de la próxima semana contra los abusos sexuales clericales a menores. El Papa ha llamado a todos los presidentes de las conferencias episcopales mundiales para afrontar estos delitos, la primera vez que un pontífice organiza una reunión de esta envergadura. Más de 170 personas están llamadas durante cuatro días, desde el jueves 21 hasta el domingo 24, para representar lo que la Santa Sede considera un paso más, pero nunca el fin del camino en la lucha contra los abusos del clero.
En las sesiones del encuentro se abordarán asuntos como la responsabilidad de los obispos o superiores generales que encubran a los abusadores, la transparencia en los procedimientos internos de la Iglesia o de cara a la opinión pública, o también maneras de hacer más efectiva la aplicación del derecho canónico sobre los acusados. Francisco seguirá personalmente todas las sesiones, a las cuales también acudirán algunas víctimas. Ante la enorme presión mediática, el mismo Pontífice ha pedido rebajar las expectativas.
El diario católico ‘La Croix’ revela otros casos de tocamientos del diplomático de la Santa Sede