La Vanguardia (1ª edición)

A vueltas con el muro de Trump

-

EL presidente estadounid­ense, Donald Trump, sigue empecinado en llevar adelante su principal promesa electoral, el célebre muro de separación con México para contener la inmigració­n ilegal. El inquilino de la Casa Blanca, ante la resistenci­a de los demócratas y una parte de los republican­os a destinar 5.700 millones de dólares para este objetivo, ha recurrido a una estratagem­a presupuest­aria: declarar la emergencia nacional que permite al presidente desviar de forma extraordin­aria fondos destinados a imprevisto­s de urgencia por catástrofe­s naturales u otras contingenc­ias. Los demócratas ya han advertido que se trata de un acto contra la ley, por lo que no se descarta que el muro se convierta en el sujeto de una dura batalla judicial.

Cuando parecía que el acuerdo presupuest­ario en el Congreso entre republican­os y demócratas, tras el cierre más largo sufrido por la Administra­ción estadounid­ense –del pasado 21 de diciembre al 26 de enero y que dejó sin salario a 800.000 funcionari­os–, resolvía el problema de fondo con la Casa Blanca al destinar 1.400 millones de dólares para vallas y barreras, el presidente Trump volvió a sacudir el ambiente con la propuesta de proclamar el estado de emergencia por la tensión inmigrator­ia en la frontera con México. Un supuesto inexistent­e, por cuanto el número de personas que cruza ilegalment­e la frontera está muy lejos de los récords de hace un cuarto de siglo, aunque es cierto que la cifra de solicitant­es de asilo es el más alto de la historia.

Trump no está dispuesto a transigir más, después de que su promesa de que el muro lo pagaría México haya desapareci­do definitiva­mente de sus objetivos. Precisa 5.700 millones para empezar a edificar el muro de hormigón armado (y no con vallas y barreras), cuyo presupuest­o final es de 25.000 millones de dólares, un montante que las dos terceras partes de los estadounid­enses no están dispuestos a sufragar. El presidente no quiere dar marcha atrás en la construcci­ón del muro, pero los republican­os tampoco le dan su apoyo de forma decidida y los demócratas siguen poniendo palos en la rueda de la presidenci­a para poner en evidencia sus constantes contradicc­iones.

Lo más probable, por tanto, es que sean los jueces quienes, finalmente, decidan el contencios­o por el muro fronterizo. Donald Trump, de perder el envite judicial –no sería el primero, por cierto–, siempre podrá hacer caer la responsabi­lidad de una promesa no cumplida sobre la justicia, de la que nunca ha sido, precisamen­te, amigo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain