Wagner Moura carga contra Bolsonaro al estrenar en la Berlinale su ‘Marighella’
El actor de ‘Narcos’ debuta como director con un filme sobre un revolucionario
La película brasileña Marighella, estrenada ayer en la Berlinale, el festival de cine de Berlín, relata la historia de un revolucionario marxista que en los años sesenta se enfrentó a la dictadura militar brasileña, pero la trama del filme adquirió resonancia actual debido al nuevo presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro. “El proyecto empezó en el 2013, se rodó durante el mandato de Temer, y se estrena este año, así que no es una respuesta a ningún gobierno específico”, aclaró en rueda de prensa su director, Wagner Moura, para añadir que “de todos modos, es probablemente uno de los primeros productos culturales que va abiertamente contra todo lo que representa Bolsonaro”.
De hecho, el presidente ya ha mostrado su hostilidad hacia el filme, que no tiene aún fecha de estreno en Brasil. “Estamos preparados para recibir abucheos, críticas e incluso agresiones físicas”, dijo Moura. A sus 42 años, Wagner Moura, actor que en la serie Narcos daba vida al narcotraficante colombiano Pablo Escobar, debuta en la dirección con este vibrante largometraje de más de dos horas y media, que es a la vez cine político, película de acción, y un canto a la paternidad.
La cinta Marighella, que figura en la sección principal pero fuera de concurso, reconstruye los cinco últimos años de vida de Carlos Marighella (1911-1969), escritor y político comunista que, tras el golpe de Estado de 1964 y la represión, decidió practicar la lucha armada. Autor del libro Minimanual del guerrillero urbano, Marighella murió tiroteado en una emboscada policial. La dictadura militar duró hasta 1985.
“No estamos sugiriendo que la gente se levante en armas, pero tampoco juzgamos a los que en aquel momento pensaron que era lo mejor que podían hacer”, argumentó Wagner Moura en referencia a sus protagonistas. Encarna a Carlos Marighella el músico y actor Seu Jorge, y le da la réplica interpretando al monstruoso inspector Lúcio el actor Bruno Gagliasso; ambos están sublimes. Marighella lideraba a un grupo de revolucionarios, que en el filme no responden todos ellos a personajes reales, sino que amalgaman tipos de personas de ese entorno ideológico y esa época. Destaca el caso de las dos mujeres del grupo, que “funcionan de modo igualitario junto a los otros revolucionarios, y así fue en la realidad, no la hemos cambiado”, aseguró el director.
En la película no falta violencia –aunque la tortura se concentra en una sola y durísima escena–, ni amor, sobre todo el de Carlos Marighella por su hijo. La dictadura organizó en aquellos años una feroz represión contra disidentes y medios de comunicación, con el respaldo explícito de Estados Unidos.
El debate sobre posibles paralelismos entre el Brasil actual y el retratado en Marighella, y la situación de los negros en aquel país, ocupó buena parte de la rueda de prensa. “El Estado brasileño es racista”, afirmó categóricamente Wagner Moura. Hizo entonces hincapié en que “Carlos Marighella era un líder social negro, y fue asesinado en 1969 dentro de un coche por disparos de la policía; y medio siglo después, una activista social negra fue asesinada en Río de Janeiro dentro de un coche por miembros de las fuerzas de seguridad; hay claros paralelismos”. La activista que citó es Marielle Franco, asesinada en marzo del 2018. Según Moura, en su país “hay un genocidio contra los negros, a los indígenas les quitan las tierras, y tenemos un presidente abiertamente homófobo y racista, al que Brasil eligió”.
El tono marcadamente político de la presentación de Marighella cohabitó en el último día del festival –hoy se fallan y entregan los premios Osos– con cintas centradas en la música. La Berlinale tiene estas cosas. Se exhibieron Amazing grace, con imágenes inéditas de Aretha Franklin de 1972; y un documental sobre la banda de punk y rock alemana Die Toten Hosen. Amazing grace, que lleva el título del legendario disco que Franklin grabó en enero de ese año con un coro de gospel en una iglesia bautista de Los Angeles, es en realidad el montaje del material filmado en aquel concierto, y que la cantante, fallecida el año pasado, no quiso utilizar. El cineasta Alan Elliott lo ha editado 35 años después. Participa en la sección oficial, pero fuera de competición.
También fuera de concurso, pero en la sección Berlinale Special Gala, se proyectó Weil du nur einmal lebst (Porque sólo vives una vez), sobre la gira del 2018 del grupo Die Toten Hosen. La realizadora Cordula Kablitz-Post les siguió por media Alemania hasta recalar en Argentina, donde despiertan pasiones.
“El Estado brasileño es racista”, dijo Moura al evocar a Marighella, guerrillero contra la dictadura en los sesenta