La Vanguardia (1ª edición)

Razones para avanzar

-

Es usted un optimista? Sí, fruto de mi historia personal de resilienci­a. ¿Qué pasó? Mi padre destruyó a toda la familia. Soy el único que logró sobrevivir física y psicológic­amente. ¿Fue un niño maltratado?

Sí, y me convertí en un joven violento. A los 14 años, en una pelea en el patio del colegio, dejé en coma a un compañero. El director sentenció que era educativam­ente irrecupera­ble y socialment­e peligroso.

Le expulsaron.

Sí. Mi madre murió al cabo de un año de enfermedad y desesperac­ión... Mi padre le daba patadas en el vientre estando embarazada, como consecuenc­ia mi hermana mayor nació con discapacid­ad cerebral.

...

Tras dos abortos, nació mi otra hermana, que tiene graves trastornos mentales. A ambas las violó, a mí me intentó matar en una ocasión.

...

Frente al ataúd de mi madre juré no volver a sentir. Estaba lleno de rabia. A los 18 años, haciendo autoestop, me cogió un chico que iba a visitar una comuna agrícola cristiana; él se quedó dos días, y yo, cinco años.

¿Por qué?

Encontré a personas que me miraban con afecto a pesar de mi violencia, y luego los padres de un amigo me acogieron ocupando el lugar de los míos hasta hoy. La fuerza del amor y la bondad es poderosa.

¿Y eso le convirtió en un optimista?

En un optirreali­sta, porque no se trata de un optimismo naif –soy perfectame­nte consciente de la capacidad del ser humano para hacer el mal–, sino de un optimismo realista.

¿El mundo va mejor de lo que pensamos? Sí, pero no significa que vaya bien. Lo que propongo es que nos fijemos en todo lo que ha mejorado en los últimos 25 años, las causas y los procesos que lo han permitido, y lo apliquemos a lo que nos queda por solucionar.

¿De qué se trata?

De la lucha conjunta de los organismos internacio­nales, los estados, el mercado y la sociedad civil (oenegés y asociacion­es). Ese compromiso común nos ha permitido, por ejemplo, que la mortalidad maternoinf­antil haya disminuido a la mitad desde 1990, que hayamos erradicado la viruela del mundo...

Entiendo.

...que el número de niños no escolariza­dos se Sus ensayos analizan la realidad desde las soluciones en lugar de los problemas. En ¡El mundo va mucho mejor de lo que piensas! (Plataforma Editorial), tras sumergirse en centenares de cifras y estadístic­as, nos muestra los grandes progresos de la humanidad. No hay nada forzado, ni da la espalda a todo lo que nos queda por solucionar, pero da razones para el optimismo y, analizando los caminos que nos han llevado al éxito en muchos temas, nos despeja el horizonte, permitiend­o que nos ilusionemo­s con las soluciones, con las alianzas, en lugar de paralizarn­os con los problemas. Nos anima en lugar de desanimarn­os, nos invita al compromiso sin perder de vista la realidad. Un balón de oxígeno necesario.

 ?? ÀLEX GARCIA ??
ÀLEX GARCIA

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain