Un tigre enjaulado
El Barça, impaciente por el inicio de la reconquista de la Champions en Lyon
El fantasma de Roma se deslizaba no muy sigilosamente por la sala de prensa del Groupama Stadium durante la comparecencia de Ernesto Valverde. El Barça regresa con impaciencia y mucha determinación a las eliminatorias de la Liga de Campeones con el deseo de comenzar a sepultar en Lyon su leyenda negra. En esta ciudad pretende terminar con la eterna serie de fracasos en los desplazamientos europeos a doble partido. “Llevamos tiempo con ganas de jugar esta eliminatoria”, concedió Valverde. Prácticamente desde la debacle del Olímpico de Roma, o desde que en agosto Leo Messi se comprometió a reintegrar esa “copa linda” al Camp Nou.
Hace tres años, desde que se impuso 0-2 en el campo del Arsenal en los octavos, que el Barça no consigue imponerse a domicilio en una eliminatoria de la Champions. Un desastre de visitante. En este período ha experimentado cuatro derrotas y un empate, con un patético saldo de un gol a favor y 13 en contra.
Pero nada como lo de Roma. Valverde entiende que fue producto de un exceso de autocomplacencia: “Recuerdo que cuando surgió la eliminatoria todo el mundo decía que era el rival más flojo. Estos comentarios no ayudaron demasiado. Además sólo habíamos perdido dos partidos en toda la temporada, y fue en la Supercopa y llevábamos una buena trayectoria, y un 4-1 de la ida. Pero a estos partidos no hay que venir con la guardia baja, sino con la guardia alta y eso es lo que tenemos que tener muy en cuenta”. Por eso el técnico se pone tieso cuando se le plantea la posibilidad de especular un poco con el comodín de la vuelta en el Camp Nou. “Eso –exclamó el Txingurri– sería un atajo para perder. Tenemos que hacer un gran partido e intentar ganar. Sería un error pensar en el siguiente partido”.
Las sensaciones que se perciben en Lyon indican que en Francia volverá a aparecer el Barça que destrozó al Tottenham en Wembley y mereció ganar con suficiencia al Inter en San Siro. Sus pesadillas en Europa han coincidido con la falta de acierto de Luis Suárez, que acumula tres años y medio sin marcar en la Champions fuera del Camp Nou pero no ha perdido ni un ápice de la confianza de su entrenador: “Cuando Luis está en el campo, nosotros ya sabemos que va a tener oportunidades y, lo que es más importante, el contrario también sabe que las va a tener. Esperamos al mejor Luis Suárez porque es importantísimo por lo que genera a su alrededor y para sí mismo”.
Ansioso, preparado y presionado. Así está el Barcelona, como un tigre enjaulado, con el regreso de la competición continental, según Valverde, que positiviza estos síntomas: “Es bueno tener ansia de jugar, estamos preparados porque llevamos tiempo preparando este partido y estamos presionados, pero es una presión buena que tiene que existir y nos tiene que ayudar”.
Enfrente, un Olympique muy elogiado por el entrenador blaugrana,
Tocó fondo en Roma, pero el equipo lleva tres años sin ganar un partido de eliminatorias a domicilio
que juega con la duda de si jugará con dos o con tres centrales. “La dificultad no estriba en cómo se colocan los jugadores en el campo sino en la calidad de los jugadores”, resolvió un Valverde muy práctico.
Los dos técnicos tienen muy perfilado el escenario. El del Barcelona está obligado a minimizar el impacto de las estampidas del Lyon –“lo ideal para evitar contras es no perder la pelota y luego tener