La Iglesia catalana celebra una jornada de debate interno sobre los abusos
La Conferencia Episcopal pide perdón en un vídeo por los delitos “contra niños”
La vigilia de la cumbre vaticana contra la pederastia se vivió ayer en la Iglesia catalana con gran intensidad, pero de puertas hacia dentro. El goteo de denuncias sobre abusos a menores ha provocado nervios en la cúpula eclesial y pese a la coincidencia de varios encuentros en los que se trató el tema, ningún portavoz quiso salir a dar explicaciones. Las dificultades para articular una respuesta sin saber si mañana pueden surgir nuevas denuncias se hizo patente, a la espera de las conclusiones o recomendaciones que puedan surgir de la reunión de tres días de los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo con el Papa que se inicia mañana en Ciudad del Vaticano.
La Unió de Religiosos de Cataen lunya (URC) había programado una “jornada de prevención de abusos” a la que estaba invitado monseñor Jordi Bertomeu, oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe, prelado de honor de su santidad, el sacerdote que investigó el escándalo de Chile y el encubrimiento por parte de los obispos. El objetivo era promover una actitud proactiva que promueva un cambio cultural en la forma de entender y abordar el abuso sexual. Estaban convocados los superiores de las distintas órdenes y otros delegados, pero también responsables diocesanos y se sumaron el arzobispo de Urgell, Joan-Enric Vives, y los obispos de Solsona, Vic y Lleida. También estuvo el abad de Montserrat Josep M. Soler.
Había una enorme expectación por escuchar a Jordi Bertomeu, refrendada por una asistencia de más de cien religiosos, pero al término de la jornada no hubo ni declaraciones ni comunicados. Bertomeu explicó su experiencia y alertó de la complejidad de un asunto que afecta a toda la Iglesia. Según algunas fuentes, apuntó a la necesidad de un trabajo “en comunión” y a una respuesta conjunta y coherente.
El debate coincidió con las jornadas de formación que organiza la diócesis de Sant Feliu de Llobregat en Montserrat. Este año la temática era “Sinodalitat i comunió el ministeri del prevere diocesà”, y contaba con ponencias del arzobispo de Valladolid y presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal Ricardo Blázquez, y los monjes Bernabé Dalmau y Josep de C. Laplana, invitados por el obispo de Sant Feliu, Agustí Cortés.
La presencia en Montserrat de Blázquez, el día antes de partir hacia Roma para asistir a la cumbre vaticana despertó la curiosidad de los medios de comunicación. El abad Soler saludó al presidente de la CEE antes de la misa conventual, presidida por el obispo Agustí Cortés y concelebrada por Soler y el propio Blázquez, y a continuación se dirigió a Barcelona a la jornada de los religiosos. Y aunque no trascendió el contenido de la breve entrevista, se da por hecho que la cuestión de las denuncias contra un monje debió ser comentada.
La CEE colgó ayer un vídeo de un minuto en YouTube en el que pide perdón por los abusos. Después de una breve intervención del Papa, el vídeo expresa por escrito en la pantalla las oraciones por los menores. “Pedimos perdón por los abusos cometidos contra niños por parte de pastores y fieles de la Iglesia. Rogamos al Señor para que nunca vuelvan a repetirse semejantes atrocidades”, concluye.
El arzobispo Ricardo Blázquez mantiene un breve encuentro con el abad de Montserrat antes de partir a Roma