El recinto ferial de Gran Via se expande con otro gran pabellón
Los viejos palacios de Montjuïc se someterán a una modernización y transformación de usos
Las compañías tecnológicas del Mobile World Congress ocuparán durante la semana que viene todos y cada uno de los rincones que les ofrece Fira de Barcelona. Los ocho pabellones del recinto ferial de Gran Via en l’Hospitalet se les quedan pequeños aunque supongan el equivalente a 24 campos de futbol. El acceso al congreso ya se hace en el exterior ganando terreno a la vía pública, las acreditaciones se tramitan en lo que el resto del año es un aparcamiento subterráneo y los hoteles de media Barcelona se convierten en extensiones del salón ante la necesidad de infinitas salas de reuniones que no tienen cabida en el interior de la feria.
Para hacer frente a esa demanda de crecimiento, Fira de Barcelona ha impulsado un plan de infraestructuras que se traducirá en una ampliación del recinto de Gran Via y una modernización de los viejos palacios de Montjuïc. De esta manera se quiere evitar una situación de saturación a corto plazo evidente durante el Mobile pero que también se hace visible en otros grandes salones como Alimentaria.
Un nuevo pabellón junto al recinto de Gran Via permitirá ganar 60.000 m2 de techo edificable adicionales a los 240.000 que ya suman las instalaciones feriales situadas entre las más grandes y modernas de Europa. El nuevo pabellón “tendrá dos plantas y será polivalente y multifuncional”, según el director general de Fira de Barcelona, Constantí Serrallonga. Justo al lado se alzará una edificación de mayor altura destinada a acoger oficinas, salas de reuniones y servicios auxiliares.
El pabellón estará conectado con el resto de la feria mediante un puente que superará la ancha avenida Joan Carles I. Será la continuación estética y arquitectónica del paso elevado interior que actúa como espina dorsal de punta a m2 de techo edificable del nuevo pabellón punta de la feria cruzando los ocho pabellones diseñados por el arquitecto japonés Toyo Ito desde la plaza Europa de l’Hospitalet hasta cerca del paseo de la Zona Franca de Barcelona. De hecho, antes de conectar con el último pabellón ya pasa por encima de la calle Aluminio con el mismo formato que se quiere replicar ahora con la futura construcción.
El diseño arquitectónico aún está por definir pero en ningún caso será un añadido que parezca una ampliación tardía. Se buscará la integración absoluta en la construcción llevada a cabo entre 1995 y el 2011, siguiendo la estética de las grandes medusas de Toyo Ito.
El nuevo espacio ocupará los terrenos en los que ahora hay un gran establecimiento y almacén de Porcelanosa. El Ayuntamiento millones de euros costará el proyecto de l’Hospitalet se encuentra en conversaciones con los propietarios para “reubicarlos en otro espacio tan emblemático como el que ocupan actualmente”, según la alcaldesa, Núria Marín. En paralelo, el Ayuntamiento de la segunda ciudad de Catalunya ha suspendido la concesión de licencias en el entorno para evitar movimientos especulativos antes de que se lleve a cabo la ambiciosa operación pública.