La avenida Maria Cristina será una explanada peatonal
La previsión es poder tener el nuevo pabellón listo en el 2024. El contrato con el Mobile –que aporta más de la tercera parte de ingresos anuales de Fira de Barcelona– precisamente acaba un año antes. Llegado el momento, la ampliación puede ser el acicate para la renovación del contrato con los organizadores del congreso igual que en su momento lo fue la llegada de la línea 9 de metro hasta la feria. “Cuanto mejores condiciones ofrezcamos, más oportunidades para ser atractivos y tener buenas perspectivas conseguimos”, valoró Marín.
Para más adelante quedará la modernización del recinto de Montjuïc. Aún en fase de estudio, en este caso se ha marcado como horizonte temporal el año 2029, coincidiendo con el centenario de la Exposición Universal de 1929. Para esa fecha se espera tener modernizados los palacios cercanos a plaza España más utilizados (el 1 y el 8), así como una transformación absoluta de los que están alrededor de la Font Màgica. El palacio de Alfonso XIII se convertirá en un gran auditorio que sirva como palacio de congresos. Frente a él, la gestión del palacio de Victoria Eugenia será devuelta al Ayuntamiento de Barcelona para usos culturales. Si será parte de la colección del Muaire seu Nacional d’Art de Catalunya (MNAC) o tendrá otra ocupación aún está por definir.
El Consistorio también ganará los terrenos que ahora ocupa el palacio 2, el que da al Paral·lel. La alcaldesa Ada Colau aseguró ayer que en ese lugar se podría alzar
av Paral·lel
Pl. de l’univers
Font Màgica vivienda pública y equipamientos para “aprovechar la oportunidad de renovar la zona y conseguir una mixtura de usos”. Pese a ello, lo cierto es que mientras la ampliación de l’Hospitalet ya está encarrilada, las modificaciones de Barcelona son castillos en el que no cuentan ni tan siquiera con un plano en el que mostrar sus intenciones. La infografía que acompaña esta información es un acercamiento a partir de las ideas ayer esbozadas.
La hipotética transformación del entorno de Montjuïc tendrá importantes implicaciones de transformación urbanística y de movilidad. La avenida Maria Cristina se convertirá en una gran explanada peatonalizada sin espacio para el tráfico, una conexión más humana entre plaza Espanya y la montaña de Montjuïc. Los cortes de circulación que se hacen durante ferias como el Automobile y celebraciones masivas durante la Mercè demuestran que no es ninguna arteria básica. De todos modos, para canalizar los vehículos que suben y bajan de Montjuïc por esta vía se prolongará la calle de la Guàrdia Urbana, que con la desaparición del palacio 2 podrá conectar hasta la avenida del Paral·lel.
En alguno de los palacios que se modernizarán se crearán nuevos espacios interiores con oficinas de coworking y otros servicios para que “el conocimiento y la innovación estén al alcance de la empresa”, según Serrallonga. El pabellón italiano, en cambio, será derruido.
Los proyectos de Gran Via y Montjuïc supondrán una inversión de 380 millones de euros. Los ayuntamientos de Barcelona y l’Hospitalet junto al Àrea Metropolitana de Barcelona, la Diputación y la Generalitat de Catalunya prolongarán en el tiempo las aportaciones que hacen anualmente a la sociedad patrimonial Fira 2000 para pagar la construcción del recinto de Gran Via en lugar de ampliar la cantidad que invierten cada año. El crédito con el Banco Europeo de Inversiones, del que aún quedan por devolver 391 millones, se amortiza en el 2037. Todas las ad-
ministraciones presentes firmaron ayer un protocolo de intenciones. En un plazo de seis meses se acordará un nuevo plan quinquenal en el que se acordará la planificación financiera necesaria para realmente hacer posible el proyecto.