Barcelona excluye una tasa al coche por entrar en la ciudad
Janet Sanz responde a la demanda de un vecino reiterando su apoyo a la zona de bajas emisiones, donde los coches más sucios serán vetados
La teniente de alcalde de Ecologia, Urbanisme i Mobilitat del Ayuntamiento de Barcelona desestima la idea de implantar una tasa o peaje al coche por la entrada en la ciudad como fórmula para disminuir el tráfico y reducir la contaminación. La introducción de esa tasa o peaje es la medida propuesta por un vecino de Barcelona que ha denunciado al Consistorio por la alta polución en la capital. En la demanda, admitida por el juez, se argumenta que ésta es la única solución real, justa y efectiva para situar la polución en niveles inferiores a lo reglamentado.
Janet Sanz se desmarcó ayer de esta propuesta y expresó su confianza en una de las medidas clave del plan municipal: la zona de bajas emisiones (el perímetro interior de las rondas), en donde a partir del 2020 el tráfico quedará vetado a todos los vehículos que no tengan la etiqueta de la DGT (por tanto, los más contaminantes). Sanz apuntó que la tasa por entrar en la ciudad sería injusta. “No queremos que quienes tengan dinero puedan entrar en la ciudad y contaminar”, adujo.
Asimismo, se inclinó por las 58 medidas promovidas el Ayuntamiento y que inciden sobre competencias metropolitanas y de la Generalitat (apoyo al transporte público, aplicación del protocolo contra los episodios de polución, carriles bici, nuevos autobuses...). “Estamos actuando; ahora necesitamos que el Estado y la Generalitat también se pongan las pilas”, repitió.
Sanz afirmó que la “lucha contra la contaminación es una prioridad política” del Ayuntamiento y que esa voluntad de actuar ha obtenido el aval de la Comisión Europea, que decidió a finales del año pasado no llevar a España al Tribunal de Justicia de la Estrasburgo, al confiar en las medidas que se están aplicando en Madrid y Barcelona . “Quien está tirando del carro es el Ayuntamiento, pero las competencias, en lucha contra la contaminación, son más que compartidas, son responsabilidad de la Generalitat y del Estado”, declaró. En este sentido, reclamó a al Govern la ejecución del carril bus-VAO de la B-23 y más ayudas a la renovación de flotas profesionales, mientras que exigió al Gobierno central un incremento de las aportación al transporte metropolitano e inversiones en Rodalies, porque “si no, el ciudadano acabará cogiendo el coche”. Sanz expresó su voluntad de colaborar con el juez, y aseguró que entiende “que haya personas que exijan a las administraciones más actuaciones”.
Román Martín, el vecino que interpuso la demanda, invoca su derecho a disfrutar de un aire limpio y, sobre todo, que se respeten los límites legales. La directiva europea fija una concentración máxima anual de dióxido de nitrógeno (NO2) de 40 microg/m3. Pero este valor viene siendo rebasado desde el año 2010, cuando la normativa entró en vigor.
“Nos alegra que el juez haya admitido esta demanda porque pone mayor presión para que el Ayuntamiento dé una respuesta concreta a cuestiones que venimos reclamando”, declara María García, portavoz de la Plataforma per la Qualitat de l’Aire. Esta entidad se pronunció en su día a favor de un “peaje urbano”(además de la zona de bajas emisiones) en función de las emisiones reales de los vehículos.
El Consistorio pide más implicación del Gobierno y la Generalitat en la lucha contra la contaminación